Las grandes fortunas de Asia prevén una década de tipos bajos y más proteccionismo
La sostenibilidad gana enteros en la región, aunque todavía persiste cierto escepticismo sobre su capacidad para generar rendimientos extra.
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Posiblemente, hoy sean las voces más autorizadas para hablar de cómo va a ser el mundo post-Covid. Las grandes fortunas de Asia han cobrado relevancia porque su región es la primera que, en líneas generales, ha pasado la pandemia y, además, es la que más crecimiento económico ha registrado durante los últimos años. Y así se prevé que siga siendo en la "nueva normalidad".
Todas las miradas apuntan hacia los ultrarricos asiáticos. En este sentido, el banco privado suizo Lombard Odier ha elaborado un estudio entre 150 de sus más altos patrimonios (UHNWI, en inglés) en la zona para comprobar de primera mano cómo perciben ellos el impacto de la Covid-19 en sus vidas, familias y empresas, y cómo creen que será el futuro postcoronavirus. Estos grandes inversores están domiciliados en Hong Kong, Japón, Singapur, Indonesia, Filipinas, Taiwán y Tailandia, y comparten dos ideas muy esclarecedoras: habrá otra década de tipos bajos y el proteccionismo irá en aumento.
Según el estudio, el 78% de los UHNWI asiáticos encuestados cree que el entorno de bajos tipos de interés que se ha vivido en los últimos ejercicios será parte de la "nueva normalidad" postpandemia y podrían permanecer así durante la próxima década. "Con unas tasas de interés en niveles tan bajos, la asignación tradicional de activos entre bonos y acciones podría verse desafiada", consideran.
La otra conclusión relevante es que el 46% piensa que, en el futuro próximo, se verá un mundo "más local y menos global", frente a un 42% que dice lo contrario. El consenso entre las mayores fortunas de Asia es que "la globalización persistirá pero, probablemente, bajo una estructura diferente".
Ante un mundo cada vez más complejo, la necesidad de asesoramiento financiero crece. En este contexto, el 58% asegura que, en adelante, hará uso de los mandatos, del cual un 44% optaría por un mix de gestión discrecional de carteras y asesoramiento. Estos inversores tan relevantes buscan asesores locales confiables que les ayuden a navegar y acceder a mercados a los que ya no pueden entrar tan fácilmente.
Nuevas generaciones y el ESG
Por otro lado, el 83% de los ultrarricos a los que ha preguntado Lombard Odier reconoce que es muy probable que continúen las crecientes desigualdades sociales en el mundo posterior al Covid-19, aunque confían en que los desarrollos en infraestructuras tecnológicas puedan ayudar a cerrar la brecha, a través de un acceso más amplio a la educación.
Los bancos privados y sus asesores locales adquieren más protagonismo si cabe en este escenario renovado. Tienen que tener "la habilidad para facilitar servicios extrafinancieros, incluida la financiación; más participación y orientación en temas como la sostenibilidad, y una sólida experiencia y comprensión de cómo administrar y proteger la riqueza a través de generaciones", explica Jean-François Aboulker, responsable de los servicios UHNW en la filial asiática de Lombard Odier.
A este respecto, las familias más adineradas de la región todavía están considerando la posibilidad de establecer estructuras de gobernanza y muchas no ven el valor de hacerlo. El 50% de los encuestados no ha estructurado el gobierno de su familia, de los cuales solo el 36% indica que la pandemia los llevó a considerar la posibilidad de establecer una estructura.
De su lado, el 61% de los participantes ya tiene en cuenta los criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) al tomar decisiones de inversión. A pesar de ello, el 56% de los participantes que respondieron que aún no habían aumentado activamente la proporción de factores de sostenibilidad en sus carteras todavía no están seguros o no planean hacerlo, en medio de cierto escepticismo y creencia de que la sostenibilidad no generará retornos superiores.