Novo Banco para la venta de su sucursal en España y uno de sus pesos pesados dimite
El número tres, Carlos Carrasco, sale del grupo portugués tras ocho meses de infructuosa búsqueda desde Lisboa de compradores en España.
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Nuevo giro de timón en el negocio de Novo Banco. El grupo portugués, que tenía a la venta su sucursal en España desde la pasada primavera, ha parado este proceso ante la falta de interés por parte de los posibles compradores. En adelante, emprenderá una nueva estrategia para minimizar las pérdidas. Fruto de esta decisión en la matriz, uno de los pesos pesados en nuestro país, Carlos Carrasco, ha dimitido, lo que echa más leña al fuego que tiene el banco luso.
En mayo, Novo Banco colgó el cartel de 'se vende' a su sucursal española, que comprende los negocios de banca institucional, empresas, privada y retail, los cuales en ese momento tenían un volumen total de unos 6.000 millones de euros. La gestora de fondos (Novo Banco Gestión, con 600 millones hoy) quedaba al margen. Se ha vendido a Trea Asset Management, un acuerdo que ha costado renegociar y ejecutar 13 meses y que finalmente vio la luz la semana pasada.
El banco portugués se dio de plazo para salir de España el 31 de diciembre. Sin embargo, fuentes financieras conocedoras del proceso tienen constancia de que no ha habido interés por parte de las entidades y que, por esta razón, desde Lisboa se ha parado el mencionado proceso de venta de su sucursal.
Novo Banco España tiene unos 200 millones de fondos propios, pero nadie quiere su negocio al completo, incluida su estructura. Si alguien lo adquiriera por "cero euros" o el simbólico precio de un euro, como hizo Santander con el Popular, la matriz tendría que reconocer minusvalías y, por tanto, tendría que volver a pedir dinero al Estado de Portugal.
Cabe recordar que una auditoría reciente de Deloitte afloró pérdidas superiores a los 4.000 millones de euros en Novo Banco, entre el periodo 2000-2018, por lo que buena parte de las mismas se debe a la antigua etapa de Banco Espírito Santo (BES). El luso, controlado al 75% por el fondo norteamericano Lone Star y al 25% por el propio Estado portugués tras su rescate, ya había recibido con anterioridad otras grandes inyecciones de capital.
Su nueva estrategia pasa, siempre según estas fuentes, por vender diferentes paquetes de clientes en distintas plazas, sin pasivo laboral, para de esta forma maximizar el valor de la sucursal y reducir pérdidas. Así, España se convertiría en un booking center (centro operativo) de financiación a grandes empresas o inmobiliario, con una plantilla reducida de entre 30 y 40 empleados en Madrid.
No obstante, desde Novo Banco España aseguran que "la venta sigue su curso". "Hay más de un candidato interesado por la totalidad, y también varios interesados por alguna de las partes, por lo que el proceso sigue adelante y se estudiará la mejor manera de canalizarlo", afirman a este periódico desde la sucursal, al tiempo que esgrimen que la pandemia de Covid-19 ha dilatado los tiempos previstos.
Dimisión
El polvorín que tiene montado el grupo portugués se ha intensificado porque, tras la paralización de su venta, la semana pasada el director general comercial de la sucursal, Carlos Carrasco, presentó su dimisión, que se hará efectiva el próximo 30 de enero. Carrasco se había quedado como uno de los pesos pesados del banco en España y, en la práctica, era su número tres, tras Antonio Taquenho (director general) y Jorge Cabranes (director general adjunto).
Aunque Carrasco no tiene cartera propia de clientes, es una pérdida importante para el banco porque se trata de un gestor de equipos y redes con larga experiencia, ya que antes había trabajado para firmas de primer nivel como AB Asesores, Iberagentes, Bandesco (la banca privada de Banesto) y Credit Suisse, siempre muy ligado a la región de Andalucía. De hecho, ya habría vuelto a Sevilla.
Al grupo luso llegó en 2005, cuando todavía era BES, como director territorial para el Sur. En 2015, ascendió a subdirector general (como responsable en España de Banca Privada), y en 2018 volvió a escalar hasta el puesto de director general comercial, con competencias en Banca Privada, Patrimonial, Corporate, Empresas e Institucional.
Su marcha se suma a las recientes de José Manuel Sobrino, María José Jurado, Eduardo Maldonado y Diego Merino con dirección a Andbank, que ha abierto sendos centros de banca privada en Sevilla y Málaga, como informó Invertia, y donde también ha fichado a Mercedes Ruiz desde Ibercaja. Por su parte, Garikoitz Olabera, Fernando Coscollar y Eva Quintero ficharon el pasado verano por Deutsche Bank en Madrid.
También preguntado por este asunto, en Novo Banco España afirman que "no nos consta" la mencionada dimisión.