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Los gestores de fondos de bolsa española vuelven a salir mal parados en cuanto a su pericia para mejorar los resultados de su índice de referencia. A pesar de que el Ibex 35 firmó en 2020 el sexto peor desempeño de su historia con una caída del 15%, menos de la mitad de estos profesionales logró mejorar ese fatídico resultado.

Más concretamente, un 51% de los fondos de gestión activa de grandes cotizadas de bolsa española cerró el año de la pandemia con resultados más pobres que su índice de referencia. Esta es la gravosa conclusión a la que, en pleno debate sobre el auge de la gestión pasiva e indexada, llega el estudio Active-Passive Navigator 2020 elaborado por Lyxor, la marca de inversión del grupo Société Générale.

El desempeño de los gestores de fondos de inversión sobre el Ibex 35 queda más en evidencia si se tiene en cuenta que, además, solo nueve de las 23 categorías de fondos de renta variable analizadas muestran un resultado anual más pobre que su índice de referencia. Y la media de rentabilidad de los vehículos 'made in Spain' tampoco mejora las cosas, ya que se ven condenados a la quinta posición a la cola de la tabla con un rendimiento un 0,2% inferior al de su benchmark, que el estudio identifica con el MSCI Spain, compuesto por las 18 principales cotizadas del Ibex 35.

La situación de los fondos englobados en la categoría que el estudio denomina Spain Large Cap no es menos dolorosa para muchos de sus partícipes a un horizonte de cinco años. Este es el periodo mínimo que los folletos de estos vehículos de inversión suelen señalar para que los partícipes puedan cosechar los frutos que se le presuponen a la gestión activa.

En el último lustro, solo un 38% de los fondos analizados por los expertos de Lyxor arroja una rentabilidad superior al índice de referencia. Dicho de otro modo, un 62% de estos vehículos han dado a sus inversores menos rentabilidad que lo que habrían percibido con posiciones indexadas, que además suelen tener aparejadas unas comisiones mucho más bajas.

Mejores a una década

El alivio llega si se analizan los últimos diez años. A una década, un 55% de los gestores logra un rendimiento más generoso para sus inversores que el índice. Y aquí sí que estos profesionales logran resarcirse a placer, ya que el porcentaje se queda sensiblemente por encima del 34% que se cuenta en la categoría de grandes cotizadas europeas.

La ventaja de los gestores sobre acciones españolas de gran capitalización aún es mayor si se contrapone con el débil 3% que consigue esta hazaña en los fondos especializados en las gigantes de Wall Street. Unos vehículos que en el estudio aparecen agrupadas en la categoría US Large Cap Blend, es decir, con posiciones tanto en sectores value como growth.

Volatilidad de doble filo

Sin embargo, de vuelta al desempeño de este último ejercicio, los gestores de fondos sobre el Ibex perdieron el tren de la volatilidad que otros sí supieron aprovechar. Así lo destaca el informe al señalar que, especialmente en bolsa, pudieron sacar partida de estos bandazos incrementando o reduciendo sus posiciones en cartera de la forma más conveniente para arañar rentabilidad a su inversión.

Este parece haber sido el caso de los gestores de fondos focalizados en grandes cotizadas europeas de estilo value, pues consiguieron aventajar en nada menos que un 91% de los casos a su índice de referencia. Con esta cota, fueron con holgura los que mejor lo hicieron a lo largo del turbulento 2020 en el que la mayoría de sus grandes apuestas se vieron penalizadas por un fuerte rechazo a los valores cíclicos frente a los de crecimiento, especialmente frente a las tecnológicas.

Evolución relativa por categorías de los fondos de gestión activa en bolsa.

El podio de 2020 lo completaron los gestores activos de fondos de pequeñas cotizadas británicas y de smallcaps europeas, con una ratio de éxito por encima de sus índices a batir del 85% y el 80%, respectivamente. En el caso de los vehículos sobre grandes capitalizadas europeas ya señalados respecto a la comparativa a diez años, el resultado favorable para sus selectores fue del 66% en el año de la Covid.

En cualquier caso, el estudio de Lyxor subraya que fue un año difícil para todos los fondos de renta variable europea, pues registraron un tracking-error del 8%, es decir, de dos veces su media un año antes. Y, mientras tanto, la gestión pasiva ha alcanzado ya un máximo histórico de 2 billones de euros, que equivale a un 20% de todo el capital invertido en fondos en el Viejo Continente.

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