Cómo invertir en las tendencias del futuro y evitar los fracasos gracias a los ETFs
Imantia Capital aplica la gestión cuantitativa y un comité interdisciplinar a su gama Futuro, que roza los 50 millones de euros.
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Dos años y las conclusiones son claras: invertir en megatendencias de futuro da buen resultado, con mayores rendimientos y, en algunos episodios, con menores riesgos. Imantia Capital es una de las gestoras que más está incidiendo en este tipo de fondos con sus dos productos de la gama Futuro, uno multitemático y el otro especializado en la vida saludable. El primero de ellos, su principal apuesta en este momento, evita los fracasos gracias a varias herramientas: ETFs, la gestión cuantitativa y un comité interdisciplinar que le blinda por todos lados y le aporta un extra de valor.
El fondo Imantia Futuro sube casi un 13,5% en el año y se revaloriza un 51% desde inicio. Una buena carta de presentación. Dentro tienen cabida temáticas como robótica, comercio electrónico, eficiencia energética y sostenibilidad, igualdad de género, alimentación, tratamiento de aguas, ciudades inteligentes, ciberseguridad, blockchain o inteligencia artificial, entre otras.
Nacidos en 2019, estos fondos han superado una dura prueba de fuego. “Han sucedido eventos que nos ha permitido probarlos con éxito: la pandemia de Covid-19, un mercado bajista, incertidumbre y la recuperación”, recuerda Sergio Ríos, gestor responsable del Imantia Futuro.
La pieza fundamental de su proceso son los ETFs, la base de su cartera. Gracias a estos fondos cotizados en bolsa, “corregimos tendencias no muy consistentes, desechamos las ‘ideas felices’ y el marketing excesivo”. Desde Imantia dejan pasar la primera fase de innovación en un sector, cuando entra el capital semilla y el capital privado. “Hay buenas ideas de negocio, pero se tienen que materializar y nosotros queremos evitar los fracasos”, reconoce Ríos.
Por esta razón, entran en la segunda o tercera fase empresarial de una nueva megatendencia, esto es, en el crecimiento o madurez del sector en cuestión. Si existe un amplio y diversificado universo de ETFs, es la señal para analizar su puesta en escena. Por ejemplo, “hace dos años aún no veíamos el hidrógeno como temática, pero ya hay ETFs suficientes y por eso lo estamos valorando”.
Aunque crean que un sector tiene potencial de futuro para transformar la sociedad y la economía, en Imantia validan una temática “a través de los ojos de los ETFs”. Un proceso a la inversa de otras firmas de inversión, pero más “conservador” en lo que a renta variable se refiere.
Pero, ¿qué es para Imantia Capital una megatendencia o una temática de futuro? Como detalla Ríos, tiene que cumplir los siguientes requisitos: “tecnología e innovación, demografía y sociedad, y sostenibilidad”. En una primera fase, seleccionan el universo invertible de ETFs y, en la segunda, construyen la cartera en base al anterior con un filtrado que exige “cierta pureza temática” de los fondos cotizados subyacentes. No vale cualquiera ni que las empresas contenidas en el ETF solo toquen tangencialmente la actividad.
Bitcoin, cannabis o el espacio, en radar
Su proceso de inversión es como el paso de un elefante, lento pero seguro. Si lo da, no hay vuelta atrás. Significa que la megatendencia existe y tiene recorrido por delante. No obstante, gestionar un fondo de largo plazo implica ajustes en el corto y medio plazo.
“Es difícil que una temática salga del universo, pero sí puede salir de la cartera, así como subir o bajar su peso” en función de otras temáticas nuevas que entren en cartera, la macroeconomía o los resultados empresariales. El optimizador que ha desarrollado Imantia tras la integración del equipo de Accurate Quant rastrea nuevas temáticas y hace un rebalanceo de las invertidas.
Pero hay una línea roja: la regulación. Es por eso que todavía hoy no vean invertible el bitcoin y otras criptomonedas de referencia. “Aún es un activo bastante invasivo y no querríamos que su comportamiento por rentabilidad-riesgo pesara mucho sobre el conjunto del fondo”, se sincera el gestor. Si la regulación estabiliza las ‘criptos’, la foto podría cambiar a su favor.
Otras temáticas están igualmente en el radar. Una de ellas, el cannabis. “Primero tenemos que hacer una interpretación de si es una megatendencia de futuro y, después, decidir si es socialmente responsable o no”, avanza Ríos. También les ronda la temática espacial, considerada por muchos como la última frontera de la inversión.
Dirección a Luxemburgo
El fondo Imantia Futuro gestiona 20 millones de euros, en línea con el otro producto de la gama, el Imantia Futuro Healthy, que se aproxima a los 25 millones. Este segundo, sin embargo, invierte directamente en empresas norteamericanas y europeas que trabajan en nutrición, deporte, medicina y longevidad. El fondo tiró mucho en la crisis de la Covid. Sube cerca de un 14% en el año y gana más de un 29,5% desde su lanzamiento.
Imantia Futuro Healthy es una suerte de spin-off del Imantia Futuro. Según Cristina Zabaleta, responsable de Comunicación, Marketing Digital y Eventos de la gestora española, “es posible que más adelante saquemos otras escisiones con fondos de temáticas específicas si salen los números, pero no a corto plazo”.
Lo que sí está próximo a suceder es el registro en Luxemburgo de las réplicas de estos dos fondos de megatendencias, para que puedan comprarlos inversores institucionales o inversores extranjeros. La firma ya tiene en el Gran Ducado un fondo de renta fija con sesgo emergente.
Sobre la gama Futuro, Zabaleta cree que “la gente valora la innovación y, sobre todo, entiende en lo que está invirtiendo porque lo consume”. El futuro está en nuestro día a día.