Lily Corredor, directora general de Ibercaja Gestión.

Lily Corredor, directora general de Ibercaja Gestión.

Fondos de inversión

Ibercaja se compromete a ofrecer fondos alternativos no más tarde de 2023

La gestora ha lanzado un nuevo producto destinado a empresas e instituciones.

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Ibercaja mantiene su compromiso con los fondos alternativos. La gestora del banco zaragozano ofrecerá a sus clientes este tipo de productos a lo largo de 2023, tal y como ha señalado este martes su directora general, Lili Corredor.

En un encuentro con los medios en el que la firma ha hecho un repaso de su negocio y ha tratado las perspectivas de los mercados para el próximo ejercicio, Corredor ha señalado que el de los fondos de inversión alternativos “es una actividad que la queríamos haber desarrollado hace bastante tiempo”.

En este sentido, ha reiterado que “es una prioridad que no vamos a dejar que pase 2023 sin tenerla”, aunque ha puntualizado que, al no formar parte de su actividad, la gestora debe establecer un protocolo, como fijar una certificación ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), hacer una memoria o cambiar los manuales operativos.

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En cualquier caso, en la gestora están trabajando en ofrecer a sus clientes este tipo de fondos “y en 2023 va a ser una realidad”, ha subrayado Corredor.

La apuesta de Ibercaja Gestión “por la inversión alternativa viene de lejos”. Este tipo de activos forman parte de las carteras de los fondos de pensiones de empleo de la firma desde hace muchos años. Ahora el objetivo es que formen parte de las carteras de los clientes que estén interesados.

Fondo para empresas

A la espera de la puesta en marcha de su oferta de alternativos, Luis Miguel Carrasco, director del grupo financiero, ha anunciado el lanzamiento de un fondo de inversión dirigido a empresas e instituciones, el Ibercaja Corto Plazo Empresas.

“La filosofía que buscamos es que pueda ayudar as las empresas a gestionar sus excedentes de liquidez, con máxima seguridad invirtiendo en deuda pública a corto plazo”, ha explicado en su intervención.

Desde la gestora han presentado este fondo como “una alternativa a la gestión tradicional de la tesorería de las empresas” a través de la inversión en deuda pública de la zona euro -española, francesa, alemana e italiana- cuyo vencimiento se va a producir el 15 de junio de 2023, con una rentabilidad en términos TAE del 1,3% en solo seis meses.

Este producto se suma a la gama de soluciones dirigida a empresas e instituciones que el año pasado lanzó la firma y que está formada por dos productos concretos: un producto monetario, Ibercaja Renta Fija Empresas, y una cartera de productos perfilados mixta, Ibercaja Diversificación Empresas.

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Carrasco ha recordado que Ibercaja Gestión ha lanzado seis nuevos fondos de inversión en 2022 a pesar del “entorno volátil e incierto”. Asimismo, ha puesto en valor que la gestora acumula 1.300 millones de euros de aportaciones en este ejercicio, lo que “supone capturar 8 de cada 100 euros de entradas a fondos de inversión en España”.

En total, la firma cuenta con 17.800 millones en activos bajo gestión, una cifra similar a la del cierre de 2021, lo que le convierte en el quinto grupo por activos gestionados en el país. La cuota de mercado es del 5,78%.

Factores 2023

En cuanto a las perspectivas para los mercados, Óscar del Diego, jefe de inversiones de Ibercaja Gestión, ha destacado cuatro temas principales para 2023.

El primero de ellos es la inflación. “Lo normal es que se haya tocado pico. Matemáticamente es bastante probable que los datos de inflación vayan a la baja” ha explicado. Por ello, “lo normal también sería una ralentización de las subidas de tipos de los bancos centrales, empezando por las reuniones de esta misma semana”.

El segundo factor es el efecto de la subida de tipos en el comportamiento de los agentes económicos. “Hasta ahora el crecimiento ha sido bastante robusto, pero las expectativas para el año que viene son muy negativas. Se espera que la economía mundial tenga uno de los peores crecimientos de los últimos 50 años”, ha indicado.

El tercero es la evolución de la guerra de Rusia y Ucrania. “A pesar de que no se piensa que se vaya a solucionar a corto plazo, algún alto al fuego podría ser interpretado positivamente”. El último factor a vigilar es China, “un lastre para el crecimiento durante todo este año” que “podría ser un impulso positivo”.