Ibercaja y Pensumo han presentado el proyecto Sistema Pensión por Consumo en la primera convocatoria del sandbox que, impulsado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, persigue la innovación y disrupción del sistema financiero en España.
El sandbox financiero constituye un área de pruebas para la experimentación, evolución y perfeccionamiento de nuevos modelos de negocio sustentados en tecnologías pioneras y vanguardistas, que aún no poseen un marco regulatorio definido.
Actualmente, la financiación de las pensiones supone una gran problemática en la sociedad española ocasionada, principalmente, por un contexto de longevidad creciente donde se espera que, en el año 2050, el 40,2% de la población española supere la edad de los 60 años.
Por este motivo, el mercado de pensiones requiere una herramienta que contribuya al ahorro de la población, tanto en número de ahorradores como en volumen de ahorro, a través de un sistema complementario de pensión por consumo, siendo “la forma más eficiente de implementar esta herramienta proyectar el ahorro, de base conductual, en hábitos diarios y de manera automática”, señalan desde el banzo zaragozano.
El Sistema Pensión por Consumo ha sido desarrollado conjuntamente por la fintech Pensumo e Ibercaja y ha contado con la colaboración de José Antonio Herce, asociado de Pensumo y fundador de la consultora LoRIS y uno de los principales expertos en longevidad y pensiones de España. Para la preparación de este proyecto, han sido también asesorados por CMS y Finnovating, en un equipo conjunto liderado por Jaime Bofill y Rodrigo García de la Cruz.
De promociones al redondeo
Este proyecto se basa en vincular el ahorro para la jubilación con el consumo, “redirigiendo los flujos económicos que genera el estilo de vida diario hacia la pensión futura, con la posibilidad de reforzarlo con ahorro voluntario”.
Para ello, ambos promotores han creado un servicio digital basado en la filosofía de banca abierta, con la posibilidad de estar disponible en una nueva aplicación móvil, en sistemas de comercio electrónico o, en el futuro, en la propia app de Ibercaja.
El proyecto establece varias alternativas para llevar a cabo estas aportaciones. La primera de ellas, promoviendo acuerdos con terceros para que los propios establecimientos y empresas apliquen un porcentaje de la compra al plan de ahorro futuro del usuario. Así, el usuario de esta app se convierte en partícipe de un sistema de previsión en el que se ingresarán porcentajes de las compras que efectúe, bonificaciones, descuentos o promociones en los comercios o webs asociadas o por la realización de acciones responsables, “retos”, planteadas en la app, tales como el reciclaje, el running, la lectura o la seguridad vial.
Todos los procesos se implementan a través del móvil y de forma gratuita, ya que no se requiere el pago de cuotas o consumos mínimos.
La segunda alternativa se basa en la elección del propio usuario, teniendo este la capacidad de destinar a su sistema de ahorro un porcentaje determinado, una cantidad fija cada mes o el redondeo de cada compra realizada.