La imposición por parte de la Comisión Europea a Apple para que devuelva 13.000 millones de euros a Irlanda por ventajas fiscales, consideradas ilegales por el Ejecutivo comunitario, "desafía la realidad y el sentido común", según ha asegurado la firma estadounidense este martes en la vista celebrada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE).
El fabricante de los teléfonos iPhone ha acusado al Ejecutivo comunitario de usar su poder para luchar contra las ayudas estatales para "modificar los cambios en las leyes nacionales" y así tratar de cambiar el sistema fiscal internacional y, en el proceso, crear incertidumbre legal para las empresas.
El recurso de Apple ante el TUE se produce después de que la Comisión Europa asegurara en 2016 que la empresa de Cupertino (California) se benefició de ayudas estatales ilegales que permitieron a la multinacional pagar menos que otras compañías durante más de 20 años.
Durante la vista, un panel de cinco jueces escuchará los argumentos tanto de Apple como de la Comisión Europea, así como de Irlanda, Luxemburgo, Polonia y de la Autoridad de Vigilancia del Acuerdo Europeo de Libre Comercio.
"La Comisión sostiene que casi todos los beneficios de Apple de todas sus ventas fuera de América deben atribuirse a sus dos filiales en Irlanda", ha explicado en la vista Daniel Beard, uno de los abogados de la multinacional. En su opinión, el hecho de que el iPhone, el iPad, la App Store y otros servicios y productos de Apple se desarrollen en Estados Unidos y no en Irlanda muestra los errores del caso de la Comisión.
"La actividad de las filiales no implicó crear, desarrollar o administrar los derechos intelectuales. De acuerdo a los hechos, la línea principal de este caso desafía la realidad y el sentido común", ha indicado Beard, quien ha añadido que la actividad de las empresas en Irlanda "simplemente no pudo ser responsable de generar casi todos los beneficios de Apple fuera de América".
El abogado también ha hecho referencia las críticas al tipo impositivo del 0,005% pagado por Apple en Irlanda en 2014, un dato que fue citado por la Comisión en su decisión, al afirmar que el Ejecutivo solo "buscaba titulares citando números pequeños".
La multinacional de Cupertino ha asegurado en la vista que paga, a nivel de grupo, un tipo impositivo del 26%, lo que, en su opinión, le convierte en el mayor contribuyente del mundo, y que está pagando 20.000 millones de euros en impuestos en Estados Unidos por los mismos beneficios que la Comisión consideró que deberían haber sido gravados en Irlanda.
En el caso también está presente la propia Irlanda, que cuestiona la decisión de la Comisión dado que su economía se ha beneficiado de la inversión de compañías multinacionales por los bajos tipos impositivos.
"La decisión de la Comisión es, fundamentalmente, errónea", ha afirmado el abogado de Irlanda Paul Gallagher.
El TUE tardará todavía varios meses en dictar una sentencia, aunque, si la parte que pierda el juicio decide recurrir, el veredicto final todavía tardará varios años en producirse.