Twitter, la popular red social que en 2018 facturó la friolera de 2.683 millones de euros a nivel global, pagó ese mismo año sólo 113.000 euros en impuesto de sociedades al fisco español. Esta cifra se obtiene después de que la tecnológica declarase unos ingresos de 4,5 millones de euros en nuestro país y unos beneficios de 221.000 euros.
Unas cifras que difieren mucho de su comportamiento a nivel mundial. La compañía terminó el 2018 con unas ganancias de 1.062 millones, comparado con las pérdidas de 95,3 millones de euros de un año antes. De los 2.683 millones en ingresos, 2.308 millones se correspondieron con los ingresos procedentes de la publicidad, mientras que los 374 millones restantes procedieron de la venta de datos.
¿Por qué las diferencias? Es difícil creen que Twitter pueda facturar en España solo el 0,16% de todo lo que ingresa a nivel mundial. Esto se explica por la ingeniería fiscal de la compañía en Europa, donde Twitter Spain SL es una filial de Twitter International Company, sociedad constituida en Irlanda y a la cual España envía todos sus ingresos facturando luego como una sociedad de servicios para cubrir solamente sus costes de operación.
Este movimiento asegura pagar los impuestos por el grueso de sus beneficios en Europa en un país como Irlanda, con una menor carga fiscal. En el caso de Twitter Spain, su actividad, de acuerdo con sus estatutos, consiste en la “realización de toda clase de actividades de marketing y desarrollo de negocio, incluyendo proyectos de investigación, estudios de mercado y otra clase de proyectos”.
Actividad publicitaria
Y agregan que funcionan para “el desarrollo de toda clase de actividades publicitarias de los productos de la sociedad y la prestación de todo tipo de servicios de apoyo a las ventas de servicios publicitarios y productos”.
Gracias a esta estructura fiscal pagan el mínimo de impuestos de España que no reflejan la realidad de su facturación. En las cuentas remitidas al Registro Mercantil y a las que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, se indica que pagaron en 2018 113.000 por impuesto de sociedades, una cifra en la misma línea del 2017en la que dejó al fisco español solo 133.000 euros.
En cuanto a otros tributos, estas cuentas consignan que en 2018 pagaron 263.000 euros en retenciones de IRPF y otros 79.000 euros en Seguridad Social a sus 19 trabajadores. En total, los gastos salariales fueron de poco más de dos millones de euros. Unas cuentas que además reflejan un pago de 329.000 euros por Impuesto del Valor Añadido (IVA).