El proceso para digitalizar una gran empresa es relativamente sencillo. Una estructura sólida y un nivel de recursos elevado permiten implantar a mayor velocidad nuevos procedimientos internos. Por el contrario, la transformación digital para pymes y autónomos es todo un reto.
Durante las semanas de confinamiento al inicio de la pandemia se produjo un parón de actividad. Algunas empresas lograron trasladar su actividad al trabajo a distancia, pero otras tantas se vieron obligadas a cerrar, al menos, de manera temporal por no lograr adaptarse a las nuevas circunstancias.
La transformación digital no se reduce al teletrabajo, aunque este sea uno de sus ejemplos más claros. Digitalizar una pyme es ir más allá de crear una página web, "significa poder llevar a cabo tu venta de manera online, que el negocio continúe funcionando lo mismo de bien que un punto físico", afirma Jesica Alcalde, CEO de Fuelyourbrands.
Cambio cultural
Alcalde defiende que la parte digital y la física se coimplican y apoyan. Sin embargo, en un momento en el que los puntos de venta físicos se ven afectados o el cliente siente un cierto recelo para frecuentar tiendas o negocios pequeños, el ámbito digital se convierte en la única vía de sustento para estos negocios.
Con la entrada en vigor del estado de alarma, las empresas españolas se vieron obligadas a volcarse al mundo digital. Se atravesó un proceso reactivo, pero que en la gran mayoría de las empresas ha revelado la posibilidad de desarrollar actividad en otro ambiente.
Alcalde considera que esto también supone una cierta transformación, pero de tipo "cultural y mental". Esta consiste en una manera diferente de entender el trabajo y la empresa.
Transición proactiva
De esta manera, lo deseable es que, tras este periodo de cambio forzoso, los pequeños negocios pasen a una actitud proactiva. "Las pymes tienen que irse adaptando a los tiempos en los que vivimos y no quedarse, por ejemplo, con el negocio heredado", afirma Alcalde.
"La pequeña cafetería o restaurante se ha dado cuenta durante el confinamiento de que puede desarrollar su negocio también en el mundo online y que puede aliarse con agregadores como Glovo, Deliveroo, etc. En el caso de las tiendas, organizan un ecommerce para mantener el negocio a puerta cerrada", explica la fundadora de FuelYourBrands.
En definitiva, la digitalización debería seguir la estela de las multinacionales, como analiza Alcalde: "Hace falta que nos fijemos en los grandes, en algunos sentidos o pautas, para ir viendo los pasos que tenemos que dar y que vayan surgiendo herramientas por parte de la sociedad para apoyar a la mayor parte del tejido empresarial de España, que son las pymes y autónomos".
Errores en el proceso
Alcalde detecta que un error de base que pueden cometer algunas empresas de menor tamaño es confiar en cualquier persona para crear una web. Además, "no se puede pensar que por tener una página web se tiene todo hecho, es también darle visibilidad y poder promocionarla".
En este sentido, recomienda "ser conscientes de las limitaciones que tiene cada uno" y no aspirar a más de lo que se realmente se puede mantener. Por ejemplo, asegurar el mantenimiento del portal o actualizar la tienda online.
"Las empresas se preocupan mucho por tener un buen producto, pero no tanto por seguir las nuevas tendencias y costumbres que están surgiendo", apunta. La formación es otro de los puntos en los que poner especial atención. Desde la plataforma aconsejan reservar un hueco cada semana para investigar, realizar cursos online, preguntar en su entorno...
Influencers para pymes
El auge de las redes sociales ha favorecido el desarrollo del denominado marketing de influencia. Perfiles con un cierto número de seguidores en redes sociales que colaboran con marcas para anunciar sus productos. "Es el nuevo boca a boca. Los influencers están ahí para humanizar la publicidad y que sea más cercana", comenta.
FuelYourBrands se define como una plataforma que conecta a marcas con microinfluencers. "Son personas más segmentadas en cuanto a intereses, que miran mucho por su comunidad, porque tienen una relación mucho más cercana con ellos. Son líderes de opinión", explica Alcalde. En este sentido, se diferencian los perfiles muy grandes que no logran conectar con la audiencia porque no la conocen.
De esta manera, se recurre a estos perfiles para apoyar un pequeño negocio local, como por ejemplo una frutería de barrio. El procedimiento sería el siguiente: este recibe una cesta de fruta en su casa con una tarjeta de contacto para dar feedback sobre la marca y recomendarla. Así, este puede hablar de los beneficios de la fruta producida en España, de kilómetro 0...
Las redes sociales permiten precisamente dirigirse a un público concreto, aquel que se identifica más con los valores y necesidades que la marca, por grande o pequeña que sea, busca satisfacer.
Crecer en la era digital
La competencia en la esfera digital es también muy grande. Por eso los resultados no empiezan a verse desde el momento en el que una tienda decide abrir un negocio online.
En primer lugar se atraviesa una etapa de "conocimiento de marca", en la que se da a conocer entre el público digital y se posiciona. Solo entonces se van generando clientes. En ese sentido, recuerda Alcalde, "hay que ser conscientes de que lo que se hace a pie de calle, también se hace en la parte digital".
Dar a conocer un sitio web en Internet es parecido a lanzar un negocio con un punto de vista físico: al inicio no se vende apenas, porque todavía no se conoce; luego algunas personas van entrando; se mira y se pregunta mucho; y finalmente ya se empieza a comprar.