El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado este martes una demanda contra la matriz de Google, Alphabet, acusando al gigante tecnológico de infligir la ley antimonopolio al usar su posición en el mercado para eludir a la competencia, según ha publicado la prensa estadounidense.
La demanda -ya registrada- argumenta que Google no cumple la ley por la forma en discrimina a sus rivales en cuestiones de búsqueda y publicidad, dejándolos en desventaja para mantener el predominio de su buscador, y usando ese control del mercado para vender más anuncios.
Por tanto, el dominio de Google sería sobre búsquedas, pero también sobre la publicidad digital. Del mismo modo, la demanda se sustenta en que el control de su posición de dominio ha ido a más en los últimos años, pese a las advertencias de las autoridades.
Según Google, esta demanda es "profundamente defectuosa"." La gente usa Google porque así lo desea, no porque se vea obligada a hacerlo o porque no pueda encontrar alternativas", han indicado en un comunicado.
"Esta demanda no haría nada para ayudar a los consumidores. Por el contrario, apuntalaría artificialmente alternativas de búsqueda de menor calidad, elevaría los precios de los teléfonos y dificultaría que las personas obtengan los servicios de búsqueda que desean utilizar", han señalado.
Gesto político
A la denuncia se han unido 11 fiscales generales estatales republicanos, lo que hace prever que a dos semanas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la Administración Trump ha realizado un claro gesto político.
El presidente Donald Trump ha prometido en varias ocasiones a su electorado que haría que las tecnológicas rindieran cuentas por acallar algunas voces conservadoras. Del mismo modo, estamos ante un gesto que coincide con el ala más progresista de los demócratas.
La senadora demócrata Elizabeth Warren pidió el pasado 10 de septiembre “acciones rápidas y agresivas” frente a las grandes empresas tecnológicas.
Estamos ante el primer gran movimiento de un gobierno de Estados Unidos ante uno de sus gigantes tecnológicos en más de treinta años por abuso de posición de dominio. A finales de los noventa, Microsoft tuvo que enfrentarse a un procedimiento similar.
La demanda llega dos semanas después que el Comité Judicial de la Cámara de Representantes presentara un informe en el que acusaba a las grandes tecnológicas (Google, Amazon, Facebook y Apple) de actuar como monopolios y solicitando su separación societaria para favorecer la competencia.