La Comisión Europea ha enviado este martes un pliego de cargos a Amazon en el que le acusa formalmente de abusos monopolísticos. Bruselas reprocha al gigante estadounidense del comercio electrónico que utilice sistemáticamente los datos comerciales no públicos de los vendedores independientes que utilizan su plataforma en beneficio de su propia actividad comercial, que compite directamente con estos vendedores.
De confirmarse estas acusaciones, el Ejecutivo comunitario podría imponer a Amazon una multa multimillonaria de hasta el 10% de su volumen de negocios. Al mismo tiempo, la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha lanzado una segunda investigación antimonopolio contra la empresa de Jeff Bezos por un posible tratamiento preferente de las ofertas comerciales de la propia Amazon y de los vendedores que usan los servicios logísticos y de reparto de Amazon.
"Tenemos que garantizar que las plataformas que juegan un papel doble y tienen poder de mercado, como Amazon, no distorsionen la competencia. Los datos relativos a la actividad de los vendedores independientes no deberían utilizarse en beneficio de Amazon cuando actúa como rival de estos vendedores", ha dicho Vestager.
La empresa de Jeff Bezos ha expresado su "desacuerdo" con el pliego de cargos de Bruselas y se ha ofrecido a suministrar información adicional a Vestager con el fin de demostrar que no abusa de ninguna posición dominante. "Amazon representa menos del 1% del mercado minorista mundial; en todos los países en los que operamos encontramos minoristas de mayor tamaño que nosotros", ha dicho un portavoz de la compañía.
El expediente contra Amazon es el último episodio de la cruzada contra las multinacionales norteamericanas de internet que ha emprendido la todopoderosa comisaria de Competencia desde su llegada al cargo. Vestager ya ha impuesto sanciones por valor de 8.250 millones de euros a Google y ha obligado a Apple a pagar 13.000 millones en concepto de impuestos eludidos. Una trayectoria que le ha valido las críticas del presidente saliente Donald Trump, que acusa a la danesa de odiar a Estados Unidos.
Amazon juega un doble papel como plataforma. Por un lado, vende productos en su web en tanto que comerciante. Al mismo tiempo, pone a disposición de vendedores independientes un lugar de venta (que se llama Marketplace) en el que pueden comercializar sus productos directamente a los consumidores.
Un caso sobre big data
Al ejercer esta segunda función, Amazon recoge de forma permanente información sobre las actividades que se llevan a cabo en su plataforma. La investigación preliminar de Bruselas ha detectado que una gran cantidad de datos no públicos de los vendedores independientes están disponibles para los trabajadores del negocio de venta minorista de Amazon (Amazon Retail). Por ejemplo la cantidad de unidades vendidas de cada producto, los ingresos de los vendedores, la cantidad de visitas a cada oferta, la información relacionada con el envío o las reclamaciones de los consumidores.
Estos datos fluyen directamente al algoritmo del departamento de venta minorista de la empresa, que los agrega y los utiliza para calibrar las ofertas de Amazon y sus decisiones estratégicas, en detrimento del resto de vendendores de la plataforma. Por ejemplo, esta práctica permite a Amazon centrar sus ofertas en los productos más vendidos en cada categoría y ajustarlas en función de los datos de sus rivales.
"Nuestra preocupación no es sólo sobre la información que tiene Amazon Retail sobre los datos comerciales confidenciales de un vendedor en particular. Más bien, se trata de la información que tiene Amazon Retail sobre los datos comerciales acumulados de más de 800.0000 vendedores activos en la UE, que abarcan más de mil millones de productos diferentes. En otras palabras, se trata de un caso sobre big data", ha explicado Vestager.
"Nuestra investigación demuestra que Amazon es capaz de agregar y combinar los datos de los vendedores individuales en tiempo real y extraer conclusiones precisas y selectivas de estos datos", sostiene la responsable de Competencia.
Segunda investigación
La conclusión preliminar de Bruselas es que el uso de estos datos no publicos permite a Amazon evitar los riesgos normales de la competencia compercial y aprovechar su poder de mercado en tanto que plataforma de servicios de venta en Francia y Alemania, los mayores mercados en la UE. De confirmarse, esta estrategia vulneraría las normas comunitarias que prohíben el abuso de posición dominante.
El envío del pliego de cargos no prejuzga el resultado de la investigación, sino que da Amazon la posibilidad de presentar sus argumentos de defensa. No hay plazos legales para los expedientes antimonopolio de Bruselas. Su duración depende de la complejidad del caso, el grado de cooperación de la compañía y el ejercicio del derecho de defensa.
En paralelo, Bruselas ha abierto este martes una segunda investigación antimonopolio sobre las prácticas comerciales de Amazon que podrían dar una ventaja artificial a sus propias ofertas comerciales y a las de los vendedores que utilizan los servicios de logística y reparto de Amazon.
En concreto, el Ejecutivo comunitario investigará los criterios que Amazon utiliza para seleccionar a los ganadores de la Buy Box, es decir, a los vendedores independientes que obtienen un lugar destacado en la página de Amazon y pueden ofrecer sus productos a los usuarios de Prime, el programa de fidelidad de la compañía.
Conseguir la Buy Box resulta esencial para los vendedores independientes porque, además de darles mucha visibilidad, permite a los clientes añadir directamente sus artículos en la cesta de la compra. Además, el acceso de los vendedores independientes a los usuarios de Prime les permite generar un mayor número de ventas.
Bruselas sospecha que Amazon sólo concede estas ventajas a los que usan sus servicios de logística, un comportamiento que también constituiría un abuso de posición dominante.