Libra, la criptomoneda de Facebook, ha sido rebautizada como "Diem". Un nuevo nombre que quiere marcar distancias con el gigante tecnológico y buscar la esperada aprobación de las autoridades regulatorias, hasta ahora reticentes a dar validez legal al proyecto.
El cambio de nombre es parte de un movimiento para enfatizar una estructura más simple, renovada e independiente, dijo a Reuters Stuart Levey, director ejecutivo de la Asociación Diem, con sede en Ginebra.
"El nombre original estaba vinculado a una etapa temprana del proyecto que recibió una recepción difícil de los reguladores. Por ello, hemos cambiado drásticamente esa propuesta", dijo Levey a Reuters. Diem, que significa "día" en latín, ahora apunta a lanzar inicialmente una única moneda digital respaldada en dólares, agregó.
Hace un año Facebook presentó su moneda en medio de un fuerte rechazo de los reguladores y bancos centrales que expresaron su preocupación porque podría alterar la estabilidad financiera, erosionar el control sobre la política monetaria y amenazar la privacidad.
El relanzamiento podría realizarse en enero enero, pero solo después de la aprobación del regulador de los mercados suizos. Facebook, que cambió el nombre de su unidad de pagos Calibra a Novi Financial en mayo, sigue siendo uno de los 27 miembros de la Asociación Diem, anteriormente la Asociación Libra. En esta asociación se encuentra representados Uber, Lyft o Spotify, entre otros.
Proyecto independiente
De hecho, los representantes de Libra -ahora Diem- insisten en que en no son un proyecto de Facebook ya que están respaldados por una entidad independiente de la estructura de la red social y con otros partners tecnológicos.
"No estamos tratando de cortar todos los vínculos, de ninguna manera. (El cambio de nombre) es para significar que la asociación está operando de manera autónoma e independiente", agregó Levey.
De hecho, ha indicado que Diem apunta a diferenciarse de los demás por su enfoque en aspectos que preocupan a los reguladores y gobiernos occidentales, incluidos los controles de sanciones y los delitos financieros.
El proyecto desarrollará políticas contra el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo y el cumplimiento de las sanciones y ha abandonado los planes anteriores para permitir que cualquiera se una a su red, según indican sus fundadores.