Just Eat firma con UGT y CCOO el primer acuerdo colectivo en España para los 'riders'

La plataforma de comida a domicilio Just Eat España y los sindicatos UGT y CC. OO. han firmado este viernes el primer acuerdo de condiciones laborales para el sector de reparto de comida a domicilio en España, un texto que busca convertirse en un punto de referencia para regular las relaciones laborales de los 'riders' en el país.

Empresa y sindicatos buscan con este acuerdo ir un paso más allá de la 'Ley Rider' en la regulación del futuro del trabajo en España y responder a las necesidades que el proceso de digitalización ha originado en el mercado laboral, en especial en el sector de las plataformas digitales.

De hecho, el documento pactado por ambas partes, que es pionero a nivel nacional y uno de los primeros en el contexto europeo, tiene la ambición de convertirse en el punto de partida para una futura negociación homogénea en todo el sector.

Para ello, el texto regula condiciones laborales en un entorno dinámico donde la tecnología juega un papel esencial y quiere erradicar la imagen de precariedad que tiene hoy en día en el sector del reparto de comida a domicilio en España.

Según han explicado los firmantes en una rueda de prensa, además de un salario digno para las personas repartidoras, el documento garantiza una jornada cierta con desconexión digital, la no pérdida de poder adquisitivo y condiciones de seguridad y salud laboral.

Nuevas condiciones para los 'riders'

En concreto, acuerdo contempla que los repartidores recibirán un sueldo base de 8,5 euros, lo que representa una remuneración anual para una jornada completa de 15.200 euros, cifra superior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y a lo que se suele pagar habitualmente en el sector.

Asimismo, recoge que los 'riders' no podrán trabajar más de nueve horas diarias y tendrán 30 días de vacaciones al año, de los que al menos 15 deben disfrutarse entre los meses de junio y agosto. 

El acuerdo también señala que la empresa debe aportar todos los medios de protección necesarios para garantizar la seguridad del empleado y para el desempeño de su trabajo, aunque se incluye la posibilidad esporádica de que el 'rider' use sus medios propios, por lo que deberá ser compensado. 

En esta línea, Just Eat también dará a los trabajadores un teléfono móvil a cada trabajador, para evitar invadir su intimidad como ocurre cuando se usan dispositivos personales. Además, incluye un seguro privado con una cobertura de entre 40.000 y 60.00 euros. 

Por otro lado, establece mecanismos de organización del trabajo que son compatibles con la elevada volatilidad y la limitada capacidad de predicción del volumen de actividad que desempeñan las plataformas digitales.

El texto será de aplicación en todo el territorio nacional para los trabajadores contratados por la propia compañía o a través de ETT (se descartan así los que forman parte de otras empresas logísticas) y entrará en vigor el próximo enero.

Innovación y protección social

Patrik Bergareche, director general de Just Eat en España, ha remarcado que el documento logra un equilibrio entre innovación y protección social y ha señalado que en la empresa aspiran a que este acuerdo para un futuro convenio colectivo "sea el precedente de un futuro convenio sectorial".

Por su parte, Chema Martínez, secretario general de CCOO Servicios, ha recalcado que este acuerdo demuestra que la búsqueda de rentabilidad "es compatible con el respeto a los derechos laborales" y se ha mostrado optimista de que finalmente el resto de empresas del sector tomen este mismo camino.

Así, ha señalado que ya han mantenido conversaciones con otras empresas o plataformas del mismo sector, pero que no han culminado con éxito debido a que hay "mucha reticencia" al reconocimiento de la laboralidad, que para la formación sindical es básica. 

En esta línea, Álvaro Vicioso Alfaro, secretario de Acción Sindical y Comunicación de la FeSMC-UGT, este acuerdo es "un buen comienzo" porque consigue extirpar la precariedad que existía, tanto en condiciones como en salarios, y permite definir "los cimientos de una arquitectura de derechos y deberes sobre la que habrá que seguir construyendo".