2022 no será un buen año para la venta de dispositivos electrónicos en Europa. El gasto de los consumidores en productos como teléfonos, tablets y ordenadores se frenará en seco este ejercicio lastrado por numerosos factores, que incluyen desde la elevada inflación hasta los problemas que desde hace meses sufre la cadena de suministro.
Así lo recoge la consultora tecnológica IDC en la última actualización de sus previsiones del sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para 2022. Un año en el que los dispositivos se convertirán en la única categoría que verá reducir sus cifras de ventas en comparación con 2021.
En concreto, la firma estima que este año el gasto en dispositivos se reducirá alrededor de un 3%, para luego volver a recuperarse ligeramente en 2023. Un descenso que pone fin a la tendencia alcista que se registró en los últimos años con motivo de la pandemia de la Covid-19.
A este respecto, Lubomir Dimitrov, analista de investigación sénior de IDC Data & Analytics, recuerda que durante la Covid-19 los consumidores destinaron una mayor parte de sus ingresos disponibles a la compra de dispositivos.
Sin embargo, Dimitrov añade que la aparición de elementos como la elevada inflación o la menor confianza de los consumidores en un contexto marcado por la guerra en Ucrania o la Covid-19 "van a provocar un enfriamiento de las ventas en el mercado de dispositivos".
Entre las diferentes causas que han llevado a este escenario, la consultora tecnológica menciona en primer lugar los altos niveles de inflación y los elevados precios de la energía en Europa, que han provocado un aumento del coste de vida para los ciudadanos del Viejo Continente.
Los últimos datos publicados hace unos días por Eurostat recogen que el nivel de precios marcó en mayo un nuevo máximo histórico en la eurozona del 8,1% debido al aumento desbocado de la factura energética y de los alimentos, que se ha descontrolado todavía más desde el estallido de la guerra en Ucrania y que empieza a contagiarse al resto de productos.
Impacto de la guerra
Otro de los motivos apuntados por IDC es precisamente el impacto del conflicto en Ucrania tras la invasión de las tropas rusas. Además de las consecuencias negativas que está teniendo para el crecimiento económico de Europa y la confianza de los consumidores, también ha llevado a una escasez de productos.
Ucrania es un suministrador relevante de algunos de los materiales que son necesarios para la fabricación de chips, como el paladio, o de gases raros como el neón. Una nueva adversidad que se suma a los problemas que desde hace tiempo padece la industria de los semiconductores.
Evidentemente, la región que más se está viendo afectada es la de Europa Central y del Este (CEE por sus siglas inglés), que registra descensos de dos dígitos. Pero el resto del continente tampoco es inmune al impacto de la guerra. Por ejemplo, IDC prevé que las ventas de smartphones caigan un 22% en CEE, mientras que en Europa Occidental descenderán un 1%.
A todos estos riesgos propios de la región también se suman los problemas que desde hace meses se registran en la cadena de suministro como consecuencia de los confinamientos que ha aplicado China en el marco de su política 'Covid cero' y los elevados costes del transporte.
Lastre para el sector TIC
Este peor comportamiento del mercado de dispositivos electrónicos previsto para este año supondrá un lastre para la evolución del sector TIC en 2022. Aunque seguirá ofreciendo cifras positivas un ejercicio más, su crecimiento será inferior al registrado en 2021.
En concreto, IDC prevé que el mercado de las Tecnologías de la Información y la Comunicación crezca un 3,5% en 2022 con respecto al año anterior a tipos de cambios constantes, hasta rozar el billón de dólares (más de 930.000 millones de euros). El año pasado el aumento fue del 6,9%.
Entre el resto de categorías, el informe prevé que el gasto en software en Europa se mantendrá relativamente estable durante los próximos dos años a pesar de las tendencias negativas que se verán en los mercados de Rusia y Ucrania.
"Muchos vendedores internacionales de software están reduciendo sus actividades en el mercado ruso o abandonándolo por completo, provocando la suspensión de muchos proyectos de transformación digital", incide.
Por otro lado, prevé un incremento de la demanda de aplicaciones y plataformas de inteligencia artificial (IA) en Europa dentro de las distintas iniciativas de digitalización. Además, tendrán cada vez más importancia las soluciones de seguridad, así como las herramientas de gestión de procesos, gestión de la cadena de suministros o robótica.
Asimismo, la firma añade que la necesidad de convertir las inversiones (capex) en gasto (opex) en un entorno incierto, y con unos presupuestos limitados, va a seguir haciendo que las empresas opten por impulsar los despliegues de servicios e infraestructuras en la nube.
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