Ni los disparados niveles de inflación que se registran desde hace meses en España ni la llegada del verano han frenado el crecimiento que desde hace años registra el sector del 'delivery'. Es más, los episodios de ola de calor y las vacaciones pueden suponer un impulso adicional a los pedidos a domicilio.
Los expertos consultados por El ESPAÑOL-Invertia destacan que en la primera mitad del año las empresas de repartido a domicilio han vuelto a registrar cifras muy positivas, manteniendo la fortaleza que este negocio exhibe desde el año 2020 como consecuencia de la pandemia de la Covid-19.
Cristian Castillo, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y experto en logística, detalla que distintos análisis cifran el crecimiento del comercio electrónico en torno al 6% en los tres primeros meses del año. Un trimestre en el que comenzó en la guerra en Ucrania tras la invasión rusa y la inflación llegó a alcanzar el 9,8% en marzo.
Castillo remarca que estas cifras y la tendencia mostrada en los meses posteriores indican que la incertidumbre macroeconómica y la inflación "no están afectando a la dinámica" del negocio de 'delivery' y los consumidores siguen apostando por hacer pedidos a domicilio pese al contexto generalizado de subidas de precios.
"Es un sector que crece y que sigue teniendo más actividad que en meses anteriores", remarca el experto en logística. De hecho, confía en que siga aguantado bien el adverso escenario macroeconómico, ya que se ha convertido en el "circuito nervioso" que hace que funcionen muchos negocios, como supermercados, restaurante o, incluso, farmacias.
El calor y el delivery
Los datos internos de las principales empresas de reparto a domicilio de comida y productos de última milla avalan estas perspectivas. Deliverect, la plataforma que integra los pedidos online de compañías como Glovo, Uber Eats o JustEat Takeaway.com, confirma que la primera mitad de 2022 se cerró con unas cifras de pedidos "muy altas".
Además, avanzan que este buen comportamiento se mantiene en las primeras semanas del verano. En concreto, indican que en lo que ha transcurrido de la época estival se han registrado un 13,3% más de pedidos que en el mismo periodo del año anterior.
"Esto demuestra que el sector se mantiene fuerte a pesar de la inflación y del descenso de pedidos que cabría esperar en esta época del año", recalcan desde la compañía de software.
En este sentido, la firma añade que tras meses de crecimiento "ininterrumpido" esta industria afronta ahora una etapa de "estabilización y reordenación".
De hecho, los expertos afirman que en verano ocurre todo lo contrario. Castillo subraya que, aunque es pronto para tener datos oficiales, en periodos de ola de calor como las que se están registrando este 2022 y en época de vacaciones, la gente es "más propensa" a comprar por Internet.
Los ciudadanos prefieren dedicar su tiempo libre a actividades de ocio o a bajar a la playa o la piscina que a hacer la compra en un centro comercial o en supermercado o desplazarse al centro de la ciudad a cenar. Y, por ello, optan por recurrir a los pedidos a domicilio.
Retos y oportunidades
No obstante, el verano también trae retos para el sector del reparto a domicilio. Por ejemplo, desde Deliverect prevén que los pedidos fluctúen desde las grandes ciudades hacia los destinos de vacaciones de los españoles, como las zonas costeras, obligando a las empresas del sector a reorganizar su actividad.
Sin embargo, Castillo asegura que los sectores de la logística y la distribución están más que preparados para esta fluctuación de los pedidos de las ciudades a la zona de veraneo.
Especialmente después de la pandemia, un examen que el sector pasó "con nota". "Da igual que pongamos como punto de entrega nuestro domicilio habitual o una segunda residencia. La logística está preparada para poder entregar allí donde se le indique", incide.
Otro de los retos es gestionar el aumento de los pedidos o las entregas fallidas, ya que el usuario pasa más tiempo fuera de su casa y es más complicado llegar a él. Por ello, Castillo ve necesario fomentar el uso de puntos de recogida, como las taquillas inteligentes o las tiendas de proximidad.
Asimismo, también recuerda que para los pedidos que requieren un transporte frigorífico existe un riesgo extra en verano, en especial en episodios de ola de calor, ya que el peligro de rotura de la cadena de frío es mayor que nunca. No obstante, defiende que el sector está absolutamente preparado para ello y es capaz de gestionarlo con normalidad.
Pero no todo van a ser desafíos para el sector del reparto a domicilio. Desde Deliverect remarcan que el verano y las vacaciones abren la puerta a un consumo "más sostenido y no tan sometido" a los picos de demanda de los fines de semana y las vísperas.
"Si bien durante el resto del año son los viernes y los domingos los días favoritos para pedir a domicilio, la época estival estimula los pedidos a lo largo de toda la semana", resaltan. En su opinión, esta es una tendencia que podrían aprovechar los establecimientos si logran afianzarla tras el fin de la época estival.
Asimismo, la empresa también añade que el verano puede convertirse en un "buen banco de pruebas". Según un estudio de la plataforma de búsquedas de restaurantes Yelp, un 63% de los consumidores piensa probar nuevos restaurantes en verano, mientras que un 47% experimentará con otros tipos de comida. "De todo ello pueden derivarse nuevas tendencias de consumo", subraya.
Futuro del sector
Aunque es evidente que el sector está capeando con éxito esta época de incertidumbre y alta inflación, es igual de cierto que tampoco es inmune a la situación económica. Castillo admite que si se produjera una crisis financiera igual de grave que la de 2008, algo que por el momento descartan los expertos, bajaría el consumo y, lógicamente, el negocio del reparto a domicilio.
De hecho, apunta que aunque el sector siga incrementando sus pedidos y, con ello, su facturación, esto no significa que su actividad sea necesariamente rentable. De hecho, las empresas sí están notando la subida de los precios, por ejemplo de los alimentos o de los carburantes, pero no todas los están repercutiendo a sus clientes.
En este sentido, apunta que hay entornos en los que el nivel de competencia no permite subir los precios a unos usuarios que demandan que sus productos lleguen lo más rápido posible y al menor precio posible, y si puede ser gratis. De hecho, alerta de que ya hay casos de empresas que tiene que entrega pedidos a pérdidas.
Así, apunta que las compañías de reparto de última milla, que trabajan principalmente con riders, se están beneficiando del aumento del comercio electrónico sin verse tan afectadas por este tipo de problemas. Sin embargo, en el sector también trabajan muchas empresas de logística o subcontratas cuya actividad sí ve resentida por el actual entorno macroeconómico y las que habrá ofrecer una solución.