Zuckerberg ejecuta 11.000 despidos para salvar su deseado metaverso y suavizar la presión de los inversores
A Marck Zuckerberg se le apaga el aura. El fundador y CEO de Meta, la matriz de Facebook, se ha visto obligado a despedir este miércoles a 11.000 personas. La primera vez que su empresa acomete una ola de despidos de este calibre. Llega un año después de que haya anunciado que el futuro de la compañía ya no pasa por ser una red social, sino que busca que el usuario pueda 'adentrarse' en Internet para desarrollar allí parte de su vida. El famoso metaverso.
Una transformación que todavía no ha dado sus frutos. Todo lo contrario. Reality Labs, la división encargada de este proyecto, registró unas pérdidas operativas de 3.718 millones de euros en el último trimestre y acumula ya casi 10.000 millones de euros en lo que va de año.
De hecho, la apuesta por el metaverso ha abierto un ciclo inversor en la matriz de Facebook que está siendo mayor de lo que esperaba el mercado y sin que, de momento, estén ofreciendo un retorno relevante. Meta destinó el 33% de sus ingresos a I+D en el tercer trimestre, un porcentaje muy superior al 22% de hace un año.
Unas inversiones que van a ser todavía mayores, como se ha ocupado de explicar el propio Zuckerberg. Y los inversores se han puesto nerviosos, pues ven cómo el 'momentum' para una apuesta de este tipo no es el más adecuado. ¿El motivo? El negocio tradicional flaquea ya que la publicidad está de capa caída.
Los ingresos por publicidad descendieron un 3% en el tercer trimestre del año. Una caída inferior a la esperada por el mercado. Sin embargo, desde XTB recuerdan que a los analistas les preocupa sobre todo que, pese a que las impresiones de anuncios crecieron entre julio y septiembre un 17%, el precio medio por anuncio se redujo un 18%. También cayó el ingreso medio por usuario, que se sitúa en 7,5 dólares, el nivel más bajo desde el tercer trimestre de 2020.
El propio Zuckerberg reconocía en el comunicado oficial de Meta haberse "equivocado" y asumía "la responsabilidad por ello", dado que tampoco fue capaz de vaticinar el efecto que tendría "la recesión macroeconómica y el aumento de la competencia".
Una política errática que ha provocado la ira de los inversores y de los accionistas. Algunos, según Reuters, califican las inversiones de Meta como "grandes y aterradoras" y se preguntan cuánto tiempo puede seguir invirtiendo dinero en una economía cada vez más débil. Máxime cuando el propio CEO de la compañía ya ha asegurado que toda la inversión que se haga en el metaverso tardará una década en generar retorno al grupo.
No es de extrañar que para Paul McCarthy, analista de Kisco Capital, los 11.000 despidos anunciados el miércoles y el redimensionamiento de algunos procesos de la empresa vayan a ser insuficientes. "Van a tener que seguir ajustando... el próximo año va a ser muy difícil para ellos", asegura el analista citado por Reuters.
Todo esto es lo que explica cómo es posible que durante lo que llevamos de año Meta haya perdido el 7% de su valor. En estos momentos la compañía está valorada en 256.000 millones de dólares. Una cifra lejana a aquel billón de dólares que logró allá por junio de 2021.
En contra de lo que podría pensarse, el programa de recortes de Meta parece haber sentado bien a la compañía en bolsa. Sus títulos cerraban la sesión del miércoles con una subida del 8,5%. ¿El motivo? "El mercado respira aliviado porque se empiece a quitar algo de fuerza a la creciente factura de gastos", según Sophie Lund-Yates, analista de Hargreaves Lansdown.
La compañía espera ahora unos gastos para 2023 entre los 94.000 y los 100.000 millones de dólares, frente al rango de entre 96.000 millones y 101.000 millones proyectado inicialmente. También redujo las previsiones de gasto de capital para el próximo curso.
Los 11.000 despidos anunciados por Meta este miércoles se ubican entre los recortes de personal masivos más levados en lo que llevamos de año en Estados Unidos. Es el primero en los 18 años de Meta, y sigue a los que ya han efectuado o anunciado otras grandes tecnológicas como Twitter, Microsoft o Snap.
La última en hacer un anuncio de este tipo había sido Saleforce, que anunciaba esta misma semana su intención de despedir a centenares de trabajadores en todo el mundo.