La UE se está quedando atrás respecto a China y EEUU en la carrera de la IA, avisan los auditores de Bruselas
El Tribunal de Cuentas Europeo denuncia la brecha de inversión y la falta de coordinación entre Bruselas y las capitales.
29 mayo, 2024 15:27La Unión Europea se está quedando atrás respecto a Estados Unidos y China en la carrera mundial por el desarrollo de la inteligencia artificial (AI). Y corre el riesgo de acabar fuera de juego en una competición en el que el ganador se lo lleve todo. Este es el aviso que ha lanzado el Tribunal Europeo de Cuentas en su informe de evaluación sobre la estrategia comunitaria en este ámbito.
La UE ha sido pionera a nivel mundial en la aprobación de una ley para mitigar los riesgos de la AI, pero va rezagada por lo que se refiere al ritmo de inversión en estas tecnologías. "La inversión privada en IA ha sido menor que en otras regiones mundiales que lideran este campo (Estados Unidos y China) desde 2015", señala el informe de los auditores europeos.
Estados Unidos lidera la carrera de la IA desde hace tiempo, y Silicon Valley se posiciona como centro mundial de innovación en esta materia. Los gigantes tecnológicos estadounidenses, como Google, Microsoft e IBM, están a la vanguardia de I+i en este ámbito, invirtiendo en empresas emergentes y cofinanciando programas públicos de investigación, apunta el Tribunal de Cuentas.
De hecho, la brecha global de inversión en IA entre los Estados Unidos y la UE se duplicó con creces entre 2018 y 2020, hasta superar los 10.000 millones de euros. En 2020, la inversión estadounidense ascendió a 21.200 millones de euros, mientras que en la UE apenas fue de 10.700 millones.
En cuanto a China, el Gobierno de Pekín elaboró en 2017 un plan de desarrollo de la IA para invertir fondos públicos y convertirse en líder mundial en 2030. China también se apoya en la inversión privada de gigantes tecnológicos como Alibaba, Baidu y Tencent.
La UE tiene una gran capacidad investigadora, pero esta no se traduce lo suficiente en resultados para la economía y la industria europea. A pesar del crecimiento mundial de las patentes de IA, en 2021 Europa y Asia Central representaron el 4% de las solicitudes de patentes a escala mundial, frente a alrededor del 17% de América del Norte y el 62% de Asia Oriental y el Pacífico.
El uso que hacen las empresas de las tecnologías de IA varía de un Estado miembro a otro, dependiendo de los distintos grados de dependencia de sus economías de la automatización y de las diferentes fases del desarrollo de los ecosistemas de IA. Dinamarca, Finlandia, Países Bajos y Suecia lideran la clasificación. España ocupa el octavo puesto, entre Eslovenia y Suecia. Rumanía, Grecia, Chipre y Hungría son los farolillos rojos.
En todos los Estados miembros, las pymes utilizan la IA de forma menos intensiva, ya que tienen más problemas para adoptar la tecnología por las limitaciones financieras y el escaso acceso al conocimiento especializado, destaca el informe.
"En la carrera de la IA, existe el riesgo de que el ganador se quede con todo. Si la UE desea alcanzar su ambición, la Comisión Europea y los Estados miembros deben aunar fuerzas de manera más eficaz, acelerar el ritmo y liberar el potencial de la UE para triunfar en esta importante revolución tecnológica en curso", sostiene el auditor responsable del estudio, afirma Mihails Kozlovs.
Para el Tribunal Europeo de Cuentas, el principal problema es la falta de coordinación entre Bruselas y los Gobiernos nacionales a la hora de definir una estrategia común en materia de IA.
La UE se ha fijado como objetivo una inversión pública y privada en IA de 20.000 millones de euros al año durante este decenio. Por su parte, la Comisión Europea se ha comprometido a aumentar la inversión financiada por la UE en investigación e innovación a 1.000 millones al año durante el periodo 2021-2027.
Pero los auditores sostienen que estos objetivos de inversión siguen siendo demasiado vagos y han quedado obsoletos, pues no han cambiado desde 2018. "Su falta de ambición contrasta con el objetivo de construir un ecosistema de IA competitivo a escala mundial", resalta el Tribunal de Cuentas.
Aunque Bruselas ha conseguido aumentar el gasto del presupuesto de la UE en proyectos de investigación en materia de IA, no impulsó significativamente la cofinanciación privada. "La Comisión también tiene que redoblar esfuerzos para garantizar que los resultados de los proyectos de investigación sobre IA financiados por la UE se comercialicen o exploten plenamente", dice el informe.
Finalmente, el Tribunal Europeo de Cuentas denuncia que las infraestructuras financiadas por la UE (como las instalaciones de ensayo, los espacios de datos o una plataforma de IA a la carta) han despegado con lentitud.