El pago por uso de las infraestructuras vuelve a estar encima de la mesa. José Luis Ábalos, ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana abrió la puerta durante la jornada inaugurar del I Simposio del Observatorio de la Movilidad organizado por EL ESPAÑOL e Invertia, a que la financiación del mantenimiento de las vías de alta capacidad provenga del pago por su utilización.
"Tenemos unas necesidades de conservación que hay que afrontar. Con el presupuesto actual no habría pie para hacer obra nueva si tenemos que pagar el mantenimiento de estas vías. Además, no hay que olvidar que, a medida que vayan finalizando las actuales concesiones, aumentarán estos costes. En todas las infraestructuras de transporte -aeropuertos o ferrocarriles- se paga por el uso y no hay debate. Creo que estamos en un escenario de asumir retos".
De esta forma, Ábalos recupera un debate que ha aparecido y desaparecido de la agenda del actual Gobierno varias veces. Sin ir más lejos, durante 2019 esta posibilidad llegó a plantearse, pero los distintos procesos electorales la relegaron.
Ahora, el azote de la pandemia y la llegada de los fondos de recuperación de Bruselas ha provocado que se vuelvan a repensar las prioridades en el campo de las infraestructuras. Las redes de carreteras de alta capacidad no forman parte de los ejes prioritarios comunitarios lo que provoca que proyectos de este campo no tengan facilidad para recibir fondos.
En un contexto en el que la recaudación aún no se va a recuperar a corto plazo, la posibilidad de que los ingresos necesarios para que este tipo de infraestructuras presenten servicio en condiciones provengan del uso que se realice de ellas ha ganado muchos enteros dentro del ministerio.
Segmentación en el pago
Del mismo modo que el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se mostró abierto a abrir una reflexión en este campo, dejó muy claras una serie de líneas que serían fundamentales en su puesta en marcha. "Debemos seguir ese viejo principio: trabajar en igualdad no es tratar a todos por igual, es reconocer las necesidades diferentes. Hay que darle oportunidades a todo el mundo. En el transporte pasa lo mismo. Nadie se plantea tratar a todos los que transitan de la misma manera, ni tener unos territorios con peajes que otras regiones no tienen".
En esta diferenciación de usuarios, Ábalos no dudó en señalar también a que la cuestión territorial se tendría en cuenta para que la estrategia tuviera una aplicación similar en todo el Estado. "Hay que aplicar un principio de igualdad territorial y discriminar los ciudadanos por el uso que hagan de las infraestructuras. A las personas que las tienen que usar a diario y no tienen alternativa no hay que cobrarles. Existe tecnología para hacerlo. Si todas las administraciones alcanzan un acuerdo va a ser mucho más fácil poner esto en marcha".
En un contexto en el que la prioridad es, ahora mismo, la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), se entiende que la decisión sobre el pago por uso de las infraestructuras deberá venir tras un proceso de diálogo con las Comunidades Autónomas. Esto hace que para que haya avances en esta cuestión no sea raro que debamos esperar hasta mediados del próximo año. Fecha cada vez más señalada como el pistoletazo de la salida de una mejora económica.
Una opción muy demandada por el sector
El cambio de modelo en la financiación de las infraestructuras viene siendo algo reiteradamente solicitado por el sector de los gestores de infraestructuras. Desde que estallara la crisis financiera de 2008, el sector ha venido denunciando una falta de inversión que choca, frontalmente, con la creciente necesidad que las infraestructuras españolas tienen en materia de mantenimiento.
Durante los últimos años desde la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) se demanda abrir este debate como oportunidad, no sólo para aligerar las cuentas públicas, sino como posibilidad para mejorar la fórmula del mantenimiento, adaptación y modernización de una red viaria cada vez más necesitada.
Al inevitable incremento del gasto social que va a tener que acometerse en España por el envejecimiento de la población, ahora se suma el tremendo impacto que la crisis generada por la pandemia del coronavirus va a tener en las distintas cuentas de las administraciones de todos los niveles.
Con este horizonte de fondo, las palabras de Ábalos abren la puerta a un proceso que no se presume fácil ya que deberá contar con importantes consensos tantos dentro del bloque de los partidos que apoyan al actual Gobierno como desde la oposición. Ante el actual clima de enfrentamiento parece complicado que una decisión con tan poco apoyo ciudadano lo vaya a tener fácil.
Una circunstancia que desde el Gobierno no ven con preocupación. Una vez salgan adelante los presupuestos, la partida del resto de la legislatura parece que comenzará con un tablero de juego distinto del que podrán salir nuevas fórmulas y apoyos. Sea de la forma que sea, el debate de la financiación de las infraestructuras ha vuelto a la primera línea y parece que, esta vez sí, será más complicado meterlo en un cajón.