El negocio de la micromovilidad también está viviendo sus propias olas. Tras un arranque intenso y desordenado en el que decenas de operadores entraron a las ciudades españolas, hemos pasado a un periodo en el que los principales jugadores de esta industria van, poco a poco, encontrando su sitio.

La llegada de la regulación ha provocado un proceso de selección natural en el que las compañías que verdaderamente tenían vocación de ofrecer un servicio a los usuarios se han ido imponiendo a otras iniciativas donde el componente especulativo era más importante.

Nuestra invitada de hoy a En Movimiento, Charlotte Serres, General Mánager de Voi para España y Francia, acaba de tomar los mandos de la compañía de micromovilidad con el objetivo de consolidar la posición de la empresa sueca en los servicios de nueva movilidad de las ciudades españolas. De su mano, repasamos las claves de un sector que tendrá que enfrentarse este año a la salida de la pandemia y a multitud de nuevas oportunidades para prestar nuevos servicios en España.

¿Cómo se ha encontrado la empresa y el sector tras su llegada?

Nuestra empresa ya tenía experiencia en España. Madrid fue, después de Estocolmo, la segunda ciudad para nosotros. Arrancamos en 2019 y tuvimos que parar en 2020. Fue una decisión muy dura para la compañía.

Ahora vemos que cada vez más ciudades están desarrollando sus normativas, están haciendo licitaciones... Estamos viendo nuevas iniciativas y oportunidades en España. Nosotros acabamos de ganar la licitación en Sevilla, lo cual nos pone muy contentos. 

Queremos tener un estreno muy positivo en esta nueva etapa. Para ello, va a ser muy importante ir de la mano de las autoridades.

¿Parece que el mundo de la movilidad compartida vive un momento más ordenado ahora en España?

Para nosotros, la mayor regulación de España, tanto a nivel local como a nivel nacional, es muy valiosa. Siempre hemos apostado por regular el sector con normas que perduren, que aseguren un servicio de calidad a los usuarios.

En el piloto de Sevilla, queremos acompañar a las autoridades para evolucionar nuestros servicios. De esta manera, podremos ver usos más regulares y lúdicos.

¿Qué papel va a jugar la micromovilidad en las ciudades?

La clave de los servicios de micromovilidad, como en el caso del transporte público, es remplazar el vehículo privado. Luego está el elemento de la complementariedad. Tener un ecosistema de opciones es sumamente beneficioso para los ciudadanos. Además, este tipo de servicios es una herramienta de sostenibilidad y de bienestar para las ciudades. 

Los patinetes se producen sin generar emisiones y tienen una vida útil de cuatro años. Después existe la posibilidad de revenderlos para uso particular y también de reciclarlos una vez termina su uso. Tiene un espacio importante que jugar para acercar una movilidad más saludable.

Cada vez vemos más operadores de este sector anunciando que se acercan a la rentabilidad. ¿Cuál es la clave para alcanzarla?

Comenzamos a ver llegar los resultados. Como en cualquier negocio, hay pilares fundamentales. La relación con las ciudades es primordial para tener éxito en este segmento de la movilidad. Del mismo modo, la excelencia en el servicio es crucial para que los usuarios vean el valor añadido de desplazarse en estos servicios.

Además, la excelencia operativa es clave para conseguir beneficios en el sector de la micromovilidad. Estamos ante un negocio nuevo y estamos explorando diferentes modelos para mejorar rentabilidades. 

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