Cuando la liberalización ferroviaria sólo era una presentación en un Power Point, el argumento más potente con el que se defendía la entrada de competencia en este sector era que "iba a crear pasajeros que antes no optaban por este medio de transporte". Hoy, después de los primeros meses de competencia entre Renfe y Ouigo, puede comenzar afirmarse que esa idea se está haciendo realidad.
Según explicó la presidenta de Adif, María Luisa Domínguez, durante una intervención en Lisboa esta semana con motivo de la celebración del año del ferrocarril de la Unión Europea, "en comparación con julio de 2019, en el servicio Madrid-Barcelona, ahora estamos al 90% del tráfico que tenía antes de la pandemia. El dato más increíble es cómo la liberalización ha impulsado este tráfico de alta velocidad entre Madrid y Barcelona: ha aumentado un 225% entre abril y julio de 2021, es decir, desde el inicio de operaciones de Ouigo".
Aunque la recuperación de tráfico se está notando en toda la red, Domínguez detalló cómo en el corredor que une las dos principales ciudades españolas este crecimiento está siendo mucho más rápido. "Estos datos señalan que, entre Madrid y Barcelona, se está duplicando el aumento promedio en las otras líneas. Este nivel de tráfico indica claramente que miles de ciudadanos se han sentido atraídos por la alta velocidad gracias a la liberalización y, por supuesto, a las mejores tarifas disponibles".
Unas declaraciones que ayer fueron refrendadas por su antecesora en el cargo y actual secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera, quien incidió en el efecto clave que la liberalización está teniendo a la hora de hacer frente al impacto ocasionado por la pandemia en el transporte ferroviario. "Los primeros datos que estamos recibiendo no sólo nos permiten ser optimistas sobre el futuro. La liberalización está ayudando a que la alta velocidad ferroviaria remonte, significativamente, tras las enormes caídas de pasajeros que vivimos por la pandemia de la Covid-19".
Avance en la red de alta velocidad
Pardo de Vera detalló durante un acto celebrado ayer en la estación de Príncipe Pío, que también formaba parte del año europeo del ferrocarril, los principales avances que se han puesto en marcha en la red de alta velocidad española. "En este periodo, el Corredor Mediterráneo ha aumentado su longitud en 233 kilómetros tras haber puesto en servicio el AVE a Granada, el tramo Alcudia-Moixent, la variante de Vandellós y la conexión entre Monforte del Cid y Beniel -correspondiente al AVE a Elche y Orihuela- donde además de mejorar radicalmente las conexiones alicantinas, se ha puesto en valor la primera parte del trazado del AVE a Murcia, lo que permite continuar con las obras hacia Almería".
"También se han licitado el cambio de ancho entre Castellón y Tarragona, que será una de las actuaciones de mayor relevancia para el desarrollo del Corredor Mediterráneo, y, más recientemente, las obras de plataforma del tramo Lorca-Pulpí, por más de 197 millones de euros", explicó Pardo de Vera.
Del mismo modo, en el ámbito del transporte de mercancías por ferrocarril, la secretaria de Estado ha puesto el énfasis en las actuaciones que se están llevando a cabo para la mejora de las líneas Bobadilla-Algeciras y Zaragoza-Teruel-Sagunto, donde el objetivo es electrificar ambas líneas y dotarlas de la capacidad para explotar trenes de 750 metros. Un aumento de capacidad clave para que los trenes puedan entrar y salir de España sin necesidad de que realicen cambios.
Siguientes pasos de la liberalización
Con el corredor Madrid-Barcelona-Frontera Francesa totalmente consolidado llega el momento de seguir dando pasos en la puesta en marcha de la liberalización ferroviaria. Por un lado, se espera que en los próximos meses el corredor que conecta la capital de España con el Levante vea surcar los trenes de Ouigo. Un hito que aún no tiene fecha pero que algunas estimaciones señalan que podría estar en marcha entre finales de año y principios del siguiente dependiendo de la velocidad a la que se cumplan las necesarias etapas administrativas y en materia de seguridad previas.
El otro gran paso para que la liberalización se despliegue según el diseño puesto en marcha será la entrada en operación de los trenes de Ilsa. Durante las próximas semanas llegará a España el primero de los trenes Zefiro con los que se realizará la homologación. Un acontecimiento que arrancará la cuenta atrás para que España cuente con tres operadores compitiendo entre ellos con cuatro ofertas comerciales (Ouigo, Ilsa, Renfe y Avlo).
Así las cosas, tras sólo tres meses con datos comparables, los efectos de la entrada de la competencia en las vías españolas ya se comienzan a notar. Una vez recuperados los niveles previos a la pandemia llegará el momento de confirmar todas las bondades con las que se impulsó el proceso de liberalización. Esos nuevos usuarios ferroviarios que deberán aumentar las cuotas de tren frente a sus rivales tradicionales: el coche y el avión.
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