El 8 de noviembre de 2011 un vehículo de Cabify completó su primer servicio. Juan de Antonio, CEO y fundador de la compañía, recuerda esos días llenos de expectación. "Fue muy emocionante ver que todo funcionaba después de tanto trabajo. No ya la aplicación, que la habíamos probado mucho con el equipo. Fue muy impactante asistir a cómo la tecnología cambiaba el mundo físico: ver cómo se acercaba el conductor, entrar al coche con una persona que ya sabía tu nombre y tus preferencias. Vivir esa experiencia de calidad diferencial. Entender y confirmar que el coche particular iba a perder su posición en la ciudad".
Mucho ha llovido desde esa primera vivencia. Tras más de 10 años de operación, Cabify ha pasado de ser aquella prueba de concepto a formar parte de ese grupo de compañías de base tecnológica denominadas unicornios cuyo denominador común es estar valoradas en más de 1.000 millones de dólares. Un camino en el que la empresa ha pasado de aquel viaje de Gran Vía a operar en ocho países y 40 ciudades.
Para el CEO de Cabify la principal diferencia con el momento actual radica en lo novedosa que era el mero hecho de usar un servicio de este tipo durante aquellos tiempos. "Por aquel entonces, teníamos la oficina en Madrid en la calle San Bernardo casi esquina con Gran Vía. No era normal ver a ciudadanos de a pie usar el servicio de VTC. Cada vez que te subías o bajabas de un coche generabas expectación en el entorno. La experiencia era llamativa, a la gente claramente le interesaba moverse así".
Ahora, gran parte de esas novedades se han convertido en normalidad. En 2021 la empresa espera cerrar su actividad anual con 71 millones de viajes, 5,4 millones de usuarios registrados y 230.000 conductores. Un resultado que supone dar carpetazo a uno de los ejercicios más complejos vividos por esta compañía a la que la pandemia de coronavirus impactó de forma muy profunda.
Malos y buenos momentos
Al repasar el proceso que ha precedido a que la compañía llegara a estos niveles de actividad, Juan de Antonio pone el acento en las cuestiones que se generan alrededor de las actividades que crean cambios profundos en su ámbito de acción. "Se tiende a idealizar cómo las start-ups crecen. Se presenta como algo rápido y en el que no existe ninguna fricción. Por eso me cuesta enfocarme en un momento complejo en concreto. La dificultad ha sido la norma estos diez años. Somos una empresa que hemos nacido para transformar una industria que necesitaba modernizarse para así servir mejor al ciudadano".
En este sentido, al ser preguntado por el peor momentos de estos 10 años, el fundador de Cabify destaca lo complicado que ha sido explicar la propia actividad de la empresa. "Ese cambio generó una gran resistencia que poco a poco se fue superando al interiorizar todas las ventajas que un futuro con menos vehículos particulares deparaba. Esta también es una industria donde se nos confundía con competidores con los que no teníamos nada que ver. Ni en el propósito ni en las formas. Así que diría que lo más complejo ha sido tener que explicar que no somos lo que se decía de nosotros que éramos".
Para hablar del otro lado, de los momentos buenos de este camino, de Antonio se centra en el componente humano de su organización. "Encontrar el mejor momento de esta década me resulta aún más difícil que el malo. Hemos buscado siempre disfrutar de cada paso así que ha habido muchos. Lo que han tenido en común todos esos mejores momentos ha sido compartirlos con un grupo de gente espectacular".
Sin prisa por salir a Bolsa
En lo que respecta al presente, los planes de Cabify se centran en consolidar su actividad en el nuevo entorno generado por la pandemia. "El siguiente paso de la compañía, a corto plazo, es volver a la senda de la rentabilidad, que esperamos conseguir muy pronto, en este mismo mes, y mantener el crecimiento a largo plazo que estamos experimentando trimestre tras trimestre. Hemos sabido adaptarnos a vivir con la Covid presente, ahora es el momento de recoger los frutos del esfuerzo", explica el empresario.
Un momento actual en el que, desde hace años, se especula con la salida a Bolsa de la empresa. Un paso que muchas veces se asocia con una meta definitoria para las empresas, sobre todo en las que cuentan en sus accionariados inversores que buscan grandes retornos a su inversión.
En el caso de Cabify, esta posibilidad se valora sólo como una forma de captar recursos que le permitan alcanzar ciertas metas en un futuro. Una opción que, la actual situación económica no parece hacer urgente según la visión de Juan de Antonio. "La salida a Bolsa es una opción más, como otras. No es un fin en sí mismo, es una vía para reforzarnos y seguir creciendo como compañía de multimovilidad. Siempre estamos buscando oportunidades de financiación, pero es una realidad que nuestra senda de rentabilidad nos permite definir el destino de nuestro negocio".
El futuro de Cabify
Y es que, según las previsiones de la empresa, en el último trimestre de 2021 se alcanzará una facturación de 167 millones de dólares. La cifra supone superar los ingresos generados en el último trimestre de 2019, que había sido el mejor trimestre de la historia de Cabify hasta el momento. La empresa espera alcanzar la rentabilidad en diciembre, generando Ebitda positivo y crecimiento a pesar de la pandemia. Razón por en la que basan su decisión de no entrar, por el momento, en el parqué.
En lo que respecta al futuro, el CEO de Cabify tiene claro que su compañía va a jugar un rol importante en la movilidad urbana. "La vida en las ciudades está transformándose, y las previsiones apuntan a que las grandes urbes van a seguir creciendo en los próximos años. Seguiremos trabajando para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, y eso pasará por ofrecer alternativas adecuadas para poder desplazarse de una manera sencilla, accesible y sostenible".
Una predicción con la que espera que los coches de Cabify sigan circulando por las ciudades. "Vemos un 2031 con más espacio en las calles para los ciudadanos y menos espacio para aparcamiento de vehículos particulares. En 2031 las ciudades serán más vivas y Cabify continuará trabajando para que sigan mejorando", concluye el fundador de la empresa.