Los 'cuellos de botella' recortarán hasta un 25% las matriculaciones en 2022 frente al nivel previo a la pandemia
Si la crisis de suministros se alarga todo el año, las ventas de coches no alcanzarán el millón, de acuerdo con BBVA Research.
21 diciembre, 2021 05:30Noticias relacionadas
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La crisis de la Covid-19 ha traído un inesperado acompañante que está haciendo mucho daño al sector automovilístico. Las matriculaciones de turismos en España llevan meses sufriendo la crisis de suministros y según BBVA Research esta situación podría derivar en que en 2022 las ventas solo alcancen las 940.000 unidades, lo que supone un recorte del 25% respecto a los registros prepandémicos. Una noticia que, por cierto, tampoco es nada halagüeña para el sector bancario, que, al margen de esta circunstancia, ya va a afrontar un 2022 lleno de incertidumbre.
Más concretamente, los economistas de la entidad estiman que en 2022 se podrían matricular un millón de turismos, lo que supondría un 21% menos que en 2019, cuando se alcanzaron los 1,26 millones de matriculaciones. Eso sí, en el caso de que los cuellos de botella en los suministros se alarguen todo el año que viene, las ventas se quedarían en 940.000 unidades, es decir, se registraría un descenso del 25% respecto a antes de la pandemia.
Esto después de que en 2021 esta circunstancia haya provocado un recorte de entre tres y siete puntos porcentuales en las matriculaciones en España, lo que equivale a entre 25.000 y 60.000 unidades de diferencia.
Así, la previsión de BBVA Research para el próximo año es que aumenten las matriculaciones -pese al encarecimiento de los precios por la subida del impuesto de matriculación- por encima de las 851.000 de 2020 y las entre 845.000 y 855.000 que se estiman para el cierre del actual ejercicio. Eso si los problemas de oferta se zanjan en el primer semestre; si no, las ventas serán inferiores.
Y es que la crisis de suministros está suponiendo un verdadero freno a la venta de vehículos. En noviembre la caída en la comercialización de coches fue del 12,3% respecto al mismo mes del año pasado, lo que llegó después de que en octubre el desplome alcanzara el 20%, convirtiéndose en el peor registro en treinta años.
Golpe para la banca
Como adelantaba hace algunas semanas EL ESPAÑOL-Invertia, esta crisis de suministros y su consecuente impacto en las matriculaciones de vehículos va a tener repercusiones negativas para el sector bancario, concretamente para los bancos y las financieras, que tienen en la financiación al consumo de vehículos un negocio considerablemente rentable. Si la venta de coches caía en octubre un 20%, en algunos bancos lo hacía la financiación a estos bienes en torno a un 10%, rompiendo una clara tendencia alcista en el segmento si se excluye el impacto de la pandemia.
En el sector se toman muy en serio este bajón, que, como reconocían fuentes del sector, está aquí para quedarse, pues se alargará, como mínimo, hasta mediados del año que viene. Una piedra más en el camino de la banca, que ya se enfrenta a un 2022 lleno de incertidumbre debido al posible repunte de la morosidad que llegará con el fin de los conocidos como créditos ICO, que podría ascender hasta el 6,5%.
Con todo, la crisis de los suministros no es la única razón que explica la caída en las matriculaciones. Los economistas de BBVA consideran que los cuellos de botella son la explicación a gran parte del descenso por el lado de la oferta, pero la demanda también ha tenido su papel y, en concreto, la caída de la renta disponible de las familias y la subida del precio de los carburantes.
De cara a 2022 desde BBVA Research esperan que las matriculaciones avancen con el fin de la escalada del precio de los combustibles -esperan que se reduzca un 8% en 2022- y con el crecimiento de la renta de los hogares este año y el próximo (aunque por debajo del nivel precrisis y tras las caídas ininterrumpidas que experimenta desde el tercer trimestre de 2020).
El consumo crecerá, pero menos
Desde el servicio de estudios de BBVA creen que el consumo crecerá el próximo año entre un 5,5% y un 6,5%, a pesar de lo cual no logrará recuperar el nivel previo a la pandemia.
Y es que, como contaba hace unos días este periódico, pese a su tendencia positiva el consumo se enfrenta a dos posibles frenos: la crisis de suministros y el elevado precio de la energía, tanto de la electricidad como de los combustibles, que van a desincentivar el gasto de los consumidores.
Dos obstáculos que impedirán que el "ahorro forzoso" -como denominó el Banco de España al acumulado por los hogares durante el confinamiento y las restricciones sanitarias al ocio- se libere en forma de consumo al ritmo en el que se confiaba hace unos meses.
Según apuntaban desde CaixaBank Research hace unos días, en 2021 no se ha traducido en consumo ni la mitad de este "ahorro forzoso", por lo que hay margen para que cobre protagonismo en 2022. Si se canalizará hacia la compra de vehículos es algo que se verá con el tiempo, aunque, al menos de momento, el viento sopla en contra de este objetivo.