El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana sigue pisando el acelerador en su estrategia para reducir el volumen de mercancías que se transportan por carretera en España. El equipo encabezado por la ministra Raquel Sánchez ha puesto en marcha la primera fase del programa de Eco-incentivo marítimo que aprueba las bases reguladoras para la concesión de las subvenciones y la convocatoria de 2022 para elegir a las navieras que participarán en el proyecto.
Para ello, la nueva línea cuenta con un presupuesto inicial de 60 millones de euros que tendrán su origen en los Next Generation. El objetivo es incentivar a los transportistas, cargadores y operadores logísticos, entre otros, a que suban los camiones a los buques para consolidar e incrementar la cuota del transporte marítimo de mercancías y promover el trasvase desde la carretera.
Las subvenciones pretenden ayudar a acelerar la descarbonización de la economía, y dar respuesta al impacto social y económico de la actividad. Es decir, el eco-incentivo prima el mérito medioambiental y socioeconómico que resulta de realizar dicho cambio modal.
Los costes externos del transporte previstos para definir estas ayudas son la reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación atmosférica, la congestión, la accidentalidad y el ruido.
120 millones para el tren y el barco
Esta iniciativa forma parte de la línea de ayudas al transporte sostenible del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que también dispone de una línea para incentivar el modo ferroviario frente a la carretera y cuya primera convocatoria ya ha sido publicada. En total, los eco-incentivos disponen de una dotación de 120 millones de euros que se distribuirán, en los próximos años, entre ambos modos de forma equitativa, aunque se ha abierto la puerta a realizar ajustes en función de la demanda.
Las navieras dispondrán hasta el 27 de mayo de 2022 para presentar sus propuestas. Una vez finalizado el proceso de selección de las entidades colaboradoras, se publicará la convocatoria para los tráficos que se realicen hasta el 31 de marzo de 2023, junto con la relación de los servicios de transporte marítimo de mercancías subvencionables y el eco-incentivo asignado.
La ayuda vinculada a cada servicio marítimo se calculará en función del desempeño ambiental de los buques según su capacidad, ocupación media, tipo de combustible, sistema de reducción de emisiones, velocidad, emisiones en puerto y distancia marítima.
Los servicios subvencionables, que se fijarán una vez la naviera sea seleccionada, deben contar con una serie de requisitos. Entre ellos destaca la necesidad de conectar un puerto español y uno de otro Estado miembro de la Unión Europea, contar con dos o más frecuencias semanales o la existencia de una ruta alternativa de transporte por carretera para la línea
Pymes y autónomos
El propósito final de esta iniciativa es incentivar al sector del transporte a optar por la vía marítima para mover mercancías de un país a otro de la Unión Europea frente a la carretera. Por ello, podrán solicitar las subvenciones las empresas o autónomos que paguen el flete, siempre y cuando se embarque un remolque, un semirremolque o un vehículo pesado rígido.
Este programa se centra, así, en subvencionar al agente decisor del tipo de transporte que se va a efectuar, independientemente de si es una persona física o jurídica y de la facturación de esta última. Es decir, las pymes y los autónomos son potenciales beneficiarios de las ayudas en las mismas condiciones que las empresas de mayor tamaño puesto que no hay limitación por tráficos o por la cuantía de la ayuda a solicitar.
El coste subvencionable será el correspondiente a la reducción de costes externos en territorio nacional al realizar la actividad elegible. Esto es, si un transportista opta por utilizar el modo marítimo para trasladar un semirremolque del puerto de Valencia al de Civitavecchia, en lugar de ir por carretera, tendrá derecho a ingresar una subvención proporcional a los ahorros de los costes externos generados dentro de España.
Así, de los casi 1.710 kilómetros de carretera que separan ambos puertos, el transportista obtendrá incentivos por los algo más de 520 kilómetros que hay hasta la frontera con Francia, yendo por la costa. Un proyecto que espera descongestionar muchos pasos fronterizos una vez se ponga en marcha.
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