Renfe ya ha cuantificado la indemnización que va a pedir a Talgo por el retraso en la entrega de los trenes Avril: 116 millones de euros. Una importante cuantía para el fabricante ferroviario ya que la cifra supone el 20% de su facturación anual durante 2021.
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, fue la encargada de destapar esta polémica. "Entendemos que Talgo ha incumplido el contrato de entrega de los Avril". De esta forma tan contundente ha justificó a comienzos de mes el retraso en la puesta en marcha de los modelos de trenes de alta velocidad destinados a cubrir el corredor a Galicia y a potenciar el servicio de Avlo.
[Sánchez (Transportes): "Entendemos que Talgo ha incumplido el contrato de entrega de los Avril"]
Tras las palabras de la ministra de Transportes, Renfe anunció su intención de poner en marcha una reclamación a la que hoy ha puesto cifra durante la celebración de su consejo. Una cantidad que responde sólo a los retrasos y no al lucro cesante según han confirmado fuentes de la empresa a este medio.
Incrementar plazas y reducir tiempos
Renfe adjudicó a Talgo la fabricación de 30 trenes de alta velocidad de los que 15 serán de ancho variable (lo que permite circular por vía convencional y estándar). La inversión en estos nuevos trenes asciende a los 786,5 millones de euros.
Los nuevos trenes iban a ser utilizados para completar la oferta de Renfe en todo el ámbito AVE y larga distancia. En concreto, se esperaba que operaran los servicios entre Madrid y Santiago de Compostela, A Coruña y Vigo. Con ellos, habría mayor número de frecuencias, mayor oferta de plazas y reducción de tiempos de viaje en algunos recorridos.
En este sentido, desde Transportes señalan que la entrada de nuevos trenes no sólo estaba llamada a incrementar la oferta, sino que la entrada de alta velocidad con ancho variable ayudaría a "reducir significativamente los tiempos de viaje en aquellos corredores donde conviven el ancho estándar y el ancho internacional".
Según el acuerdo inicial, Talgo debería de haber comenzado las entregas a comienzos de 2021. Desde ese momento, la compañía tenía que entregar entre uno y tres trenes al mes. Según las cuentas de la operadora ferroviaria, de haberse cumplido el contrato Renfe ya contaría con 30 trenes operando.
Un tren clave para la alta velocidad
El objetivo de Talgo con los Avril es contar con un tren que exprima al máximo las capacidades tanto en prestaciones como en número de pasajeros. El Talgo Avril está homologado a 330 kilómetros por hora con una velocidad máxima de 363 kilómetros por hora.
La composición estándar de este tren está compuesta por dos vehículos motrices situados en los extremos, tres remolques de clase preferente con configuración de asientos tradicional de cuatro pasajeros por fila, un remolque cafetería y ocho remolques para clase turista en configuración de cinco asientos por fila.
Gracias a la anchura del tren y a estas configuraciones podrá transportar 521 pasajeros. Del mismo modo, los interiores permitirán al usuario guardar más equipaje. Contarán con 11 baños a bordo, uno de ellos estará totalmente adaptado a personas con movilidad reducida.
En este contexto, Talgo se enfrenta a una compleja situación con uno de sus contratos estrella. No sólo por el actual pedido, sino porque los Avril debían ser un modelo que le abriera a la compañía la puerta a contratos internacionales de primer nivel de alta velocidad.