Valencia

Almussafes esquivará el grueso recorte laboral anunciado por Ford Europa. La gran mayoría de las 3.200 salidas que contempla el grupo en el viejo continente se producirán en Alemania, donde radica un importante centro de ingeniería y diseño. Será este colectivo el que sufra la parte más importante de unos despidos que serán residuales en la planta española, cuyo excedente de personal será abordado más adelante, según revelan a El Español-Invertia fuentes conocedoras del proceso.

En la actualidad, 700 de los 6.000 trabajadores de Ford Almussafes se están quedando cada día en casa, cumpliendo un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) renovado el pasado mes de diciembre. El anuncio de esta medida, pese a ser negativa, fue un alivio, porque supone el retraso de las salidas que, tal y como ha reconocido la dirección de la planta en varias ocasiones, se van a terminar produciendo.

Por esto mismo, volvieron a saltar las alarmas en la fábrica tras conocer los resultados de Ford al cierre de 2022. La enseña, a nivel global, comunicó unas pérdidas de 1.981 millones de dólares (1.815 de euros), y precisó que en Europa el resultado de explotación fue de tan solo 47 millones de dólares (43,8 de euros).

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El presidente y consejero delegado de Ford, Jim Farley, manifestó al respecto que la compañía "no ha avanzado lo suficiente en su completa reestructuración" en Europa, y agregó que la abordará "con urgencia", tal y como hizo en Latinoamérica -donde concentró su negocio para centrarse en los vehículos más rentables-. 

"La decisión ahora es cuántos ingenieros, cuánta gente necesitamos en Europa, y cuál es la dimensión que necesitamos en el segmento de coches de pasajeros. Esa es la decisión", manifestó Farley, que subrayó que el potencial de Ford en el continente son los vehículos comerciales. La intención de la multinacional es centralizar el diseño y la ingeniería en EEUU. Los sindicatos europeos cifraron en 3.200 los posibles despidos de la marca.

La afirmación de Farley desató la preocupación en la factoría de Almussafes, más dedicada a los coches de pasajeros que a los comerciales -aunque fabrica de ambos tipos-. Se da además la circunstancia de que su actividad va a ir a menos. Ha retenido unos meses la producción que iba a perder de la furgoneta Connect, pero acaba de perder el Ford Mondeo y, en abril de este 2023, va a perder otros dos vehículos: los monovolúmenes S-Max y Galaxy.

Valle productivo

La fábrica tiene futuro a largo plazo, porque ha sido elegida por Ford para la fabricación, a partir de 2026, de dos de los nuevos coches 100% eléctricos de la marca. Pero, hasta que llegue ese momento, va a atravesar un duro valle productivo que requerirá bajas incentivadas o despidos.

Los ahora anunciados, sin embargo, no tendrán un gran impacto en la factoría española. Almussafes esquiva la primera bala. Según auguran a este periódico las fuentes consultadas, los recortes anunciados por Farley "podrían suponer 30 o 40 bajas en Almussafes, no más". "Creemos que los recortes anunciados afectarán más al centro de diseño existente en Colonia y quizá algo también en Reino Unido", explican.

Vista aérea de Ford Almussafes. EE

Todo apunta a que también habrá despidos a corto plazo en Almussafes, pero ese momento no parece haber llegado todavía a la factoría, que seguirá gestionando su excedente de personal con el ERTE que tiene vigente, al menos hasta mediados de este año.

Otra buena noticia para la factoría es que creció en actividad al cierre de 2022. La planta produjo 245.500 vehículos, muy por encima de los 167.500 coches de 2021. Del total, 153.600 fueron Kuga; 72.300, Connect; 4.000, Mondeo; 8.500, S-Max; y 6.200, Galaxy.

En la fábrica, que es el mayor centro de trabajo de la Comunidad Valenciana, se aferran a la recuperación de la actividad tras la grave crisis de microchips que ha sufrido el sector, a la buena marcha del Kuga en el mercado, y a la posibilidad de recurrir al mecanismo RED del Gobierno de España para suspender empleos sin consumir paro. Todo con el objetivo de perder el menor número posible de puestos de trabajo hasta la llegada de la producción de coches eléctricos.