Valencia

La destrucción de empleos de ingeniería y administración en Ford Europa ha sido finalmente superior a la que estimaban los sindicatos. La cifra inicial que se manejaba era de 3.200, pero la comunicada este martes por la compañía eleva el total a 3.800. Eso sí: no ha cambiado la distribución de su impacto. Como informó El Español-Invetrtia, el grueso de la misma se producirá en Alemania y Reino Unido, que perderán 3.600. Solo se destruirán 200 puestos en "el resto de Europa", categoría que afecta a centros de trabajo como el de Bélgica o a la factoría española de Ford Almuussafes.

"El plan incluye la eliminación de aproximadamente 3.800 empleos, creando una estructura de costes más ligera y competitiva para Ford en Europa. Ford iniciará ahora un diálogo con sus socios sindicales en Europa con la intención de conseguir las reducciones mediante un programa de salidas voluntario", precisó en su escrito la compañía.

En concreto, Ford planea reducir su estructura de ingeniería en Europa "en 2.800 trabajos menos". "Estos cambios están dirigidos por la transición a motorizaciones 100% eléctricas y menor complejidad de vehículos. Ford mantendrá una organización de ingeniería con unas 3.400 posiciones en Europa, enfocadas en diseño de vehículos y desarrollo, así como la creación de servicios conectados", destacó la empresa.

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Además, también impulsará "una estructura de costes más ágil para las funciones administrativas, marketing, ventas y distribución en Europa, lo que supone la eliminación de unos 1.000 puestos de trabajo", según agregó.

"Para sentar las bases de un negocio sosteniblemente rentable de Ford en Europa, necesitamos actuar y cambiar la forma en que desarrollamos, construimos y vendemos los vehículos Ford. Esto impactará la estructura organizativa, el talento y las habilidades que necesitaremos en el futuro", defendió al respecto Martin Sander, director general de Ford Model E en Europa.

"Estas son decisiones difíciles que no se han tomado a la ligera. Reconocemos la incertidumbre que crea para nuestro equipo, y les aseguro que les ofreceremos nuestro apoyo en los próximos meses. Iniciaremos un diálogo con nuestros socios sindicales para avanzar conjuntamente en la construcción de un futuro próspero para nuestro negocio en Europa", agregó el directivo.

Respiro en Almussafes

La advertencia inicial de los despidos, realizada por el presidente y consejero delegado de Ford, Jim Farley, desató la preocupación en la factoría de Almussafes, cuya actividad va a ir a menos en los próximos meses. La fábrica ha retenido unos meses la producción que iba a perder de la furgoneta Connect, pero acaba de perder el Ford Mondeo y, en abril de este 2023, va a perder otros dos vehículos: los monovolúmenes S-Max y Galaxy.

La factoría tiene futuro a largo plazo, porque ha sido elegida por Ford para la fabricación, a partir de 2026, de dos de los nuevos coches 100% eléctricos de la marca. Pero, hasta que llegue ese momento, va a atravesar un duro valle productivo que requerirá bajas incentivadas o despidos.

Los ahora anunciados, sin embargo, no tendrán un gran impacto en la factoría española. Almussafes esquiva la primera bala. Según auguran a este periódico las fuentes consultadas, los recortes anunciados por Farley "podrían suponer 30 o 40 bajas en Almussafes, no más".

Ford Mondeo, en la línea de montaje de Almussafes. EE

Todo apunta a que también habrá despidos a corto plazo en Almussafes, pero ese momento no parece haber llegado todavía a la factoría, que seguirá gestionando su excedente de personal con el ERTE que tiene vigente, al menos, hasta mediados de este año.

Otra buena noticia para la factoría es que creció en actividad al cierre de 2022. La planta produjo 245.500 vehículos, muy por encima de los 167.500 coches de 2021. Del total, 153.600 fueron Kuga; 72.300, Connect; 4.000, Mondeo; 8.500, S-Max; y 6.200, Galaxy.

En la fábrica, que es el mayor centro de trabajo de la Comunidad Valenciana, se aferran a la recuperación de la actividad tras la grave crisis de microchips que ha sufrido el sector, a la buena marcha del Kuga en el mercado, y a la posibilidad de recurrir al mecanismo RED del Gobierno de España para suspender empleos sin consumir paro. Todo con el objetivo de perder el menor número posible de puestos de trabajo hasta la llegada de la producción de coches eléctricos.