El presidente de Renfe, Raül Blanco, ha asegurado que los nuevos trenes de Cantabria estarán operativos a partir de finales de 2025. No obstante, las mejoras en el servicio, tanto de frecuencias como de puntualidad o averías, comenzarán a notarse un año antes.
"Va a ser progresivo, conforme vayan acabando obras e incorporándose trenes, pero yo creo que a partir de finales de 2024, principios de 2025, se tienen que empezar a ver los efectos", ha señalado, recordando que hasta entonces, los trenes de cercanías seguirán siendo gratuitos en Cantabria y Asturias, según recoge 'Europa Press'.
Blanco ha afirmado que los nuevos trenes, con una inversión de 231 millones, mantienen el calendario previsto y ya se ha realizado la medición de las unidades a través del método comparativo. Por tanto, el fabricante, CAF, ya tiene en marcha "todo lo que es diseño y el futuro proceso de fabricación".
La imagen, el renders, de esos trenes estará listo a finales de verano y entrarán en fabricación a últimos de este año.
"Con lo cual se cumple el calendario previsto, las inversiones van a buen ritmo, tanto en el ámbito de infraestructura como material rodante y en esa línea seguimos avanzando", ha destacado.
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Al hilo, Blanco ha recordado que en el marco del Plan de Cercanías de Cantabria -derivado de los acuerdos del año pasado de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, con los presidentes autonómicos de Cantabria y Asturias, Miguel Ángel Revilla y Adrián Barbón- se materializó en este primer trimestre con una previsión de inversión en Cantabria de 1.262 millones de euros tanto en infraestructura como para Renfe, (material rodante, estaciones, etcétera).
Se trata de un cambio radical en la situación del transporte ferroviario de Cantabria que el presidente de Renfe ha afirmado que se produzca antes de 2026, es decir, de la entrada en funcionamiento de todos los nuevos trenes.
Problema
Este calendario viene a solucionar el problema que saltó en febrero de este año cuando los trenes encargados para Cantabria y Asturias no entraban en los túneles.
El origen del problema estaba en los gálibos publicados en la declaración sobre la red de Adif, que Renfe usó para describir las características técnicas de los nuevos trenes en un contrato que publicó en 2019 para adquirir 31 trenes de ancho métrico, destinados a renovar la flota de la red de cercanías y media distancia, principalmente en el norte del país.
En junio de 2020, Renfe le adjudicó este contrato a CAF, fabricante de trenes y autobuses con sede en País Vasco, por 258 millones de euros. Cuando preparaba el proyecto, CAF se dio cuenta de que había un error en los gálibos y que las vías no soportarían los trenes encargados y se lo trasladó a su cliente, Renfe.