La Comisión Europea ha aprobado hoy la creación de una empresa conjunta participada por Volvo Business Services International AB (Volvo) y Renault SAS (Renault), con sede en Suecia y Francia, respectivamente.
Con esta aprobación, ambas empresas reciben luz verde para la creación de una compañía conjunta que se centre principalmente en el desarrollo, producción y venta de vehículos comerciales ligeros eléctricos y a la prestación de servicios logísticos.
En este sentido, la Comisión ha concluido que la concentración propuesta no plantearía problemas de competencia dada la limitada posición de mercado resultante de la transacción propuesta.
Según anunciaron ambas empresas a principios de octubre, el nacimiento de esta empresa se debe "a la creciente necesidad de una logística descarbonizada y eficiente", al tiempo que declararon la intención de la empresa francesa CMA CGM de unirse al proyecto, cuya entrada estaba pendiente de la finalización del proceso de aprobación reglamentaria.
Asimismo, la nueva empresa seguiría buscando inversores y socios para lanzar la nueva gama 'Software-Defined Vehicle' (SDV) totalmente eléctrica, cuya producción se espera que comience para 2026.
Según señaló Renault en un comunicado, los clientes profesionales cada vez tendrán mayor presión con los costes de utilización y conectividad y en 2030 el mercado europeo de furgonetas se triplicará. De ahí que esto suponga una "oportunidad para ofrecer vehículos comerciales en estas nuevas áreas con el comercio electrónico en auge”.
En relación con la inversión, cada uno de los socios invertirá 300 millones de euros en los próximos tres años. Asimismo, la compañía de logística CMA CGM también realizará una inversión de 120 millones a través de su fondo estratégico Pulse.
La empresa, con sede en Francia, iniciará su actividad a partir de 2024 si bien no será hasta 2026 cuando comience la fabricación de los vehículos.
Estos nuevos modelos de comerciales ligeros, pequeños y eléctricos estarán basados en una nueva plataforma de tipo ‘monopatín’ (se llama así a una estructura plana) totalmente eléctrica, lo que permitirá adaptar diferentes módulos de carrocería a bajo coste. Esta plataforma también permite lograr un importante avance en materia de seguridad, según señala la firma del rombo.
A ello se sumará una nueva arquitectura de ‘software’ que permitirá que el vehículo integre nuevas funcionalidades para supervisar las actividades de entrega y los resultados comerciales de los usuarios, reduciendo así el coste total de uso para los actores de la logística en un 30%.
Asimismo, los vehículos se podrán actualizar a lo largo de su ciclo de vida y sus baterías contarán con la tecnología de 800 voltios que admite cargas muy rápidas.
La nueva empresa será totalmente independiente y combinará la agilidad de una ‘start-up’ con el apoyo de sus socios, como el Grupo Renault y Volvo, señalan desde estas compañías. En este sentido, desde Renault se ofrecen para ofrecer sus conocimientos técnicos, servicios e instalaciones. Por su parte, Volvo es líder mundial en camiones, con grandes bases de clientes en empresas de logística y una red mundial de servicios. Con esta empresa, por tanto, Renault y Volvo suman fuerzas para luchar contra otros actores como Stellantis o Ford.