En esta consulta -registrada el 22 de marzo de 2024-, Ouigo señala que el importe de la bonificación se habría calculado aplicando “una fórmula de reparto que parte de la contribución conjunta de los operadores al incremento del tráfico”. 

En este sentido, la empresa francesa señala que, al no disponer de la información del tráfico realizado por el resto de los operadores, no se puede determinar si el cálculo de la bonificación ha tenido en cuenta su contribución real en la recaudación y en el tráfico. 

Debido a ello, Competencia requirió a Adif para que aportara la liquidación de la citada bonificación de Iryo y Renfe. Ésta llegó el 4 de junio, momento en el que comenzó el análisis.

Cabe recordar que la Ley del Sector Ferroviario indica que la bonificación a las modalidades A y B del canon por utilización de líneas tiene como finalidad “incentivar la explotación eficaz de la red ferroviaria y fomentar nuevos servicios de transporte ferroviario”.

Resolución

A finales de junio, la CNMC resolvió a favor de Adif. El organismo dice que Adif liquidó la bonificación prevista en la Ley del Sector Ferroviario, en función de la contribución de cada empresa a la recaudación por cánones correspondiente a las modalidades A y B. 

Tras esta resolución, Ouigo tiene un plazo de dos meses para interponer contra ella un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional. Sobre esto, la empresa francesa ha declinado realizar declaraciones a este medio.

Bonificación

En su resolución, la CNMC trata de explicar que el porcentaje de bonificación se aplica una vez el tráfico real registrado en el ejercicio (medido en trenes-km) supera el tráfico que los administradores consideran previsible o normal en el horario de servicio (tráfico de referencia). 

Esta bonificación llega a su máximo cuando se alcanza el tráfico objetivo fijado por el administrador de acuerdo con las expectativas de crecimiento del tráfico. Los tráficos que superan el de referencia dan lugar a la aplicación progresiva de la bonificación, la cual es máxima a partir del punto en que el tráfico real alcanza el tráfico objetivo. 

El tráfico bonificable se distribuye entre las distintas empresas según el peso del tráfico de cada empresa en el total registrado en el ejercicio. La cuantía objeto de bonificación de cada empresa ferroviaria se calcula aplicado al canon abonado por cada una de ellas la proporción del tráfico bonificado respecto a su tráfico total.

Así, el importe bonificado correspondiente a cada empresa se determina aplicando el porcentaje de bonificación a la cuantía objeto de bonificación de cada una de ellas.

Vías de tren. Europa Press

En la medida en que no hay un objetivo de tráfico por empresa, sino que el objetivo es conjunto para la línea, la bonificación prevista en la ley es muy similar a un descuento por volumen o rappel, que se aplica una vez se alcanza cierto volumen, y que luego hay que repartir entre las empresas que han contribuido a alcanzarlo. 

La CNMC el 18 de enero de 2024 señaló que para “asegurar el reparto equitativo de la bonificación entre las empresas ferroviarias, dicho reparto debe hacerse en función de la contribución de cada empresa a la recaudación total por cánones”, de forma que la bonificación sobre los cánones abonados sea el mismo, en proporción, para todas las empresas. 

Problemas con los cánones

El rechazo a los cánones de Ouigo es altamente conocido. Desde Ouigo, siempre se ha pedido que se aplique la directiva europea en España. Se trata de una directiva europea que está aprobada desde 2015 en Europa y que España traspuso en 2019. 

A partir de esta, Adif tiene que hacer ahora una propuesta de cánones en base al estudio de los costes que soportan los operadores actuales y que ahora mismo está realizando sin fecha concreta de finalización. 

La propia CNMC considera que los costes directos calculados por Adif para fijar los cánones que cobra a los operadores ferroviarios son "muy superiores" a los de sus homólogos europeos. En concreto, son los terceros más altos del Viejo Continente, solo por detrás de los de Francia y Reino Unido.

Los cánones se componen principalmente de dos partes: el canon propiamente dicho, que debe reflejar los costes variables con el tráfico ferroviario (coste directo), y el recargo, que puede añadirse, sólo cuando el mercado puede aceptarlo, para recuperar otros costes asumidos por los administradores de infraestructuras. Luego, existen bonificaciones amparadas por la ley para fomentar el tráfico ferroviario.

Los cánones ferroviarios que Adif cobra a los operadores ferroviarios llegaron a representar hasta el 91% del precio de los billetes puestos a la venta por Iryo en el primer trimestre de 2023 y en torno al 49% en el caso de Ouigo.