Bomberos trabajando junto a la cola del avión siniestrado en Corea del Sur

Bomberos trabajando junto a la cola del avión siniestrado en Corea del Sur Reuters

Observatorio de la movilidad

El accidente de avión en Corea del Sur da la puntilla al año más negro de la historia de Boeing

Publicada

El trágico accidente del vuelo 7C2216 de Jeju Air, que dejó 179 fallecidos y dos supervivientes en Corea del Sur el pasado domingo, es la puntilla que le faltaba a Boeing para cerrar el año más negro de su historia. Un ejercicio marcado por los fallos de seguridad de uno de sus modelos estrella, los retrasos en las entregas, los cambios en la dirección o la huelga de sus trabajadores.

El año de Boeing empezó con una brecha de seguridad que le acabaría saliendo cara. El 5 de enero, un vuelo de Alaska Airlines del modelo 737-9 perdió un panel de fuselaje en pleno vuelo. Este incidente, que no tuvo víctimas, puso bajo revisión sus modelos 737 MAX y provocó dos efectos.

El primero fue una enorme crisis reputacional que generó las dudas en aerolíneas e inversores sobre la seguridad de los aviones del fabricante. Esto, a su vez, llevó a que el presidente y consejero delegado de Boeing, David Calhoun, anunciara que abandonaría el cargo a finales de año. Robert 'Kelly' Ortberg fue el elegido para sustituirle. 

El segundo efecto de la crisis del B737 MAX fue el retraso que acumularon las entregas de los pedidos de aviones de este modelo a las aerolíneas.

Una de las más afectadas por ello ha sido Ryanair, que en varias ocasiones ha dicho públicamente que sus resultados se han visto impactados negativamente por la falta de estos aviones en su flota. De hecho, también ha tenido que reducir sus previsiones de tráfico.

Además, aerolíneas de medio mundo como American Airlines, Air Canada o Air Europa también tuvieron que reorganizar su operativa durante el tiempo de revisión del modelo afectado.

Estos complicados momentos se vieron agravados el 13 de septiembre. Ese día, 33.000 trabajadores de Boeing arrancaron una huelga sin precedentes que duró algo más de dos meses. Al día, el gigante estadounidense perdió 100 millones de dólares (95,7 millones de euros), según Bloomberg.

Boeing

Boeing Europa Press

Durante este tiempo, los empleados rechazaron varias subidas salariales -la primera del 25% y la siguiente del 35%- y pusieron contra las cuerdas al fabricante. Finalmente, votaron a favor de un incremento del 38% en los salarios a lo largo de los próximos cuatro años, así como un bono para cada trabajador de 12.000 dólares por suscribir el texto. 

La crisis del 737 MAX y la huelga se dejó notar en las cuentas del fabricante. Así, en el tercer trimestre del año registró unas pérdidas de 6.174 millones de dólares (5.912 millones de euros). En bolsa la cosa no fue mejor. En lo que va de año el fabricante estadounidense ha caído cerca del 30%.

A pesar de ello, el todavía CEO dio un mensaje positivo: “Estamos centrados en impulsar la estabilidad de nuestra cadena de suministro y en mejorar el comportamiento operativo a la vez que aumentamos el ritmo de producción de forma constante para satisfacer la fuerte demanda”.

Además, defendió que el “importante esfuerzo que estamos realizando para dotar de mayor rigor a nuestros sistemas de calidad y generar una cultura de transparencia a la hora de abordar cualquier problema, sin importar su magnitud, puede plantear dificultades a corto plazo, pero no hay otra manera de encaminarnos hacia el futuro a largo plazo”. 

Accidente en Corea del Sur

Si el año empezó mal, el final tampoco es mejor. El accidente de avión en Corea del Sur deja tocado al fabricante. Aunque aún no se saben las causas del accidente, entre ellas se baraja un posible fallo en el tren de aterrizaje. 

Por ello, Corea del Sur ordenó este lunes una inspección exhaustiva de todos los aviones Boeing 737-800 operados por aerolíneas nacionales. Las autoridades surcoreanas indicaron que funcionarios de seguridad aérea de Estados Unidos y representantes de Boeing llegarán al país para colaborar en la investigación.

Otra de las hipótesis apunta a la colisión con un ave. No obstante, hasta que no se analicen la caja negra del avión no se sabrá a ciencia cierta qué ocurrió. 

En definitiva, Boeing cierra un año para olvidar. Pero en realidad, si echamos la vista aún más atrás, podríamos afirmar que la crisis que vive Boeing se inició hace cinco años, cuando dos 737 MAX-8 se estrellaron en similares circunstancias en octubre de 2018 y marzo de 2019, provocando la muerte de 346 personas.