A pesar de que la deuda pública con las empresas privadas sigue lejos de los tiempos de la crisis, la morosidad autonómica con el sector sanitario está comenzando a dispararse.
Las empresas de productos y tecnologías sanitarias (que van desde los fabricantes de tiritas hasta los productores de máquinas de rayos X) acumulan el 23% de la deuda pública de las comunidades autónomas. Según la patronal del sector, Fenin, las regiones debían a sus socios a cierre del año pasado 1.108 millones de euros.
Esta cantidad supone un 20% más que la deuda acumulada a finales de 2018. Por trimestres, en el último del año pasado la deuda la morosidad con las empresas de Fenin aumentó un 18% respecto al anterior.
Morosidad sanitaria
A la espera de conocer los datos del cierre de 2019 de las comunidades autónomas, la última información del Ministerio de Hacienda data de octubre del año pasado. Por entonces, la morosidad pública al sector de la tecnología sanitaria suponía el 23% citado.
Sin embargo, esta situación es habitual en el caso de las empresas dedicadas a la salud. Y es que si en octubre la deuda autonómica con proveedores privados era de 4.704 millones de euros, el sector sanitario (incluyendo conciertos sanitarios y con farmacias y suministro de medicamentos) suponía unos 3.450 millones. Es decir, más del 73% del total.
Esto también se traslada al ámbito de los plazos de pago. Si bien la Ley de Morosidad dicta que las Administraciones Públicas tienen que abonar sus facturas en un plazo máximo de 30 días, esto raramente se cumple. En octubre, el plazo medio de pago está en más de 40 días.
Esperando el dinero
Las empresas del sector de la salud tienen que esperar todavía más para cobrar, unos 47 días. Sin embargo, según Fenin, la espera en el caso de sus compañías es incluso mayor y llega a los 110 días. Es decir, tres veces más que el límite legal, un alza temporal del 28%.
De hecho, hay regiones donde las compañías tienen que esperar más de medio año para cobrar. Estos son los casos de Cantabria y Murcia, donde las empresas sanitarias tienen que espera 310 y 224 días respectivamente.
Está claro que la desaceleración económica y las estrecheces de ingresos de las autonomías (que no han recibido, entre otras cosas, los ingresos correspondientes a un mes de IVA de 2017 que finalmente recibirán a lo largo de 2020) han tenido que ver en estos incrementos de deuda.
Tranquilidad
A pesar de lo destacado de estos incrementos, la situación está lejos del 'drama' que vivió el sector sanitario en tiempos de crisis económica. Y es que a mediados de 2011, la deuda era de 4.300 millones solo con las compañías adheridas a Fenin y con una media de retrasos en los pagos de 395 días, más de un año.
De hecho, fuentes del sector farmacéutico aseguran estar tranquilos al respecto. Para los laboratorios, la deuda o el retraso de los pagos no es un problema como tal, sobre todo al recordar la crisis de hace unos 10 años.
En este sentido, pronostican que el periodo medio de pago para los productores de los medicamentos debe estar alrededor de los 100 días, tal y como ocurre con las empresas de tecnología sanitaria.