La paulatina extensión del COVID-19 en varios puntos de Europa y en España (ya han surgido casos ya en Canarias, Baleares y Cataluña traídos por visitantes extranjeros) está disparando las ventas de determinados productos farmacéuticos. Este es el caso de las mascarillas, cuyos pedidos por las boticas han aumentado hasta un 10.000% respecto al año pasado por el temor al coronavirus.
Así lo indican fuentes de Fedifar, la patronal de la distribución mayorista farmacéutica, que precisan que a día de hoy, de media, las empresas de este sector tienen que atender una demanda diaria de 80.000 unidades (o ‘cajas’, en las que hay un número indeterminado de mascarillas). Por lo pronto, los mayores picos de pedidos de las farmacias se dieron en enero.
Cuando comenzó la alarma, la mayoría de los pedidos eran de Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana. La demanda era sobre todo de la comunidad china de estas regiones, que incluso adquirían mascarillas para mandarlas al gigante asiático.
Demanda inmanejable
Sin embargo, la demanda de las farmacias, que son los establecimientos con los que trabaja Fedifar, se ha vuelto inmanejable, sobre todo tras la extensión del coronavirus en Italia. A día de hoy, los productores (principalmente 3M y Hartmann) solo pueden atender entre el 10 y el 15% de los pedidos diarios, que la distribución farmacéutica atiende a través de unos algoritmos que permiten priorizarlos bajo diferentes condiciones.
Desde Fedifar indican que están buscando nuevos suministradores, pero también admiten que no es tarea sencilla. Las empresas tienen que pasar una criba de calidad y eso lleva su tiempo.
Y las mascarillas no son los únicos productos sanitarios cuyas ventas se han disparado gracias al coronavirus En la última semana, también se han disparado los pedidos de geles desinfectantes. Concretamente, han aumentado un 700%.