La directora general de la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia), Nathalie Moll, ha advertido de que existe "un riesgo real y tangible" de que Europa se convierta "en un mero mercado de la innovación biomédica que se investiga y desarrolla en otras regiones del mundo", si la futura Estrategia Farmacéutica europea "no va en línea con la Estrategia Industrial".
La Comisión Europea (CE) tiene previsto publicar la segunda semana de marzo tanto su planteamiento de Estrategia Industrial como una hoja de ruta específica para la futura Estrategia Farmacéutica.
Las cifras constatan que la Unión Europea (UE) ya no es el principal motor mundial de la I+D, ya que hoy el 47 por ciento de los nuevos tratamientos son de origen estadounidense, en comparación con solo el 25 por ciento europeo, según el informe Pharmaprojects&Scrip, publicado en marzo de 2019.
Activo trascendental
En 1994, con motivo de la publicación de la Guía de una Política Industrial para el Sector Farmacéutico en la Comunidad Europea, la Comisión declaró que esta industria es un "activo transcendental para el crecimiento y el empleo en la UE" y que "hay indicios de que la competitividad del sector farmacéutico europeo está cediendo en comparación con sus principales competidores".
Veinticinco años después, "Europa ha fallado repetidamente en tomar las medidas necesarias para revertir esta tendencia", ha criticado Moll. "La CE quizá tiene la última oportunidad de relanzar al continente en la carrera mundial de la innovación biomédica", ha añadido.
En paralelo, la industria farmacéutica lamenta que la participación de Europa en la inversión mundial en investigación está disminuyendo.
"En los últimos 20 años, la base de la I+D en la región se ha erosionado gradualmente con centros de investigación transferidos a otras zonas, principalmente a Estados Unidos, y más recientemente a China. Hasta los años 90, Europa había liderado la I+D de medicamentos, y en 1997, por primera vez, la industria estadounidense superó a la europea en términos de cantidad total de inversión en este ámbito. Entre 1990 y 2017, el gasto en I+D en el viejo continente creció 4,5 veces, mientras que en Estados Unidos se multiplicó por 9", exponen.
"Las razones tras esta tendencia a la baja en los últimos 25 años se pueden atribuir a diversos factores, pero lo que está claro es que, a menos que la Comisión actúe ahora, la pérdida de competitividad continuará, e incluso se acelerará", ha lamentado la directora de la Efpia.
En este sentido, la Efpia se compromete a trabajar con las instituciones europeas para garantizar que haya un alineamiento entre los desafíos de la Estrategia Industrial y el desarrollo de la Estrategia Farmacéutica. De hecho, la patronal europea prevé hacer público el 9 de marzo un documento en el que incluye una serie de propuestas para impulsar el sector biofarmacéutico en la región.