En medio de la crisis sanitaria del coronavirus, la industria farmacéutica se ha convertido en un sector clave. Todos los laboratorios están enfocando sus esfuerzos a la búsqueda de tratamientos y vacunas contra el Covid-19, así como a asegurar el suministro de los medicamentos que a día de hoy está sirviendo para paliar la pandemia y el daño a los pacientes.
En el primer caso, los responsables de Farmaindustria, la patronal del medicamento innovador, esperan resultados a medio plazo. Su presidente, Martín Sellés, espera que para principios de 2021 pueda existir ya una vacuna solvente que se comercializará, ha asegurado, a un “precio asequible”.
El también responsable de Janssen en España ha precisado que la industria no buscará “el ánimo de lucro en los tratamientos y las vacunas que se desarrollen contra el coronavirus. Nuestro compromiso es que lleguen a todo el mundo a un coste asequible”.
Sellés vaticina que esto puede comenzar a ocurrir en el primer trimestre del próximo año, siempre y cuando no se siga “el camino tradicional para elaborar una vacuna”, que daría a su portador un nivel de protección de entre el 70 y el 80% contra el coronavirus.
Para cumplir estos plazos, los laboratorios tendrán que comenzar a producir en masa estas vacunas “a riesgo” mientras todavía están en las fases de desarrollo I y II (un producto farmacéutico solo se puede comercializar legalmente cuando supera la fase III, que incluye un ensayo clínico en humanos). Es decir, existiendo la posibilidad de que finalmente no las puedan vender.
Limitar los suministros
En una rueda de prensa telemática, Sellés ha informado de que los laboratorios se han visto obligados a limitar el suministro de determinados medicamentos ante la sobredemanda de determinados territorios. “Habido intento de algunos países de aumentar sus stocks de medicamentos para cuatro y seis meses”.
Esta acción no se llevó a cabo solo para medicamentos para atender a pacientes con Covid-19, sino también para los tratamientos de cáncer o de enfermedades mentales. “Las compañías farmacéuticas bloquearon esto porque hubiera provocado que otros países se quedaran sin medicamentos”.
Para limitar estos abusos, la industria del medicamento ha decidido distribuir su producción "de acuerdo con los consumos históricos de cada país sin permitir el acopio de producto”.
Plazos de pago
Por otro lado, respecto a la situación financiera y los problemas de liquidez que pueden general en las arcas públicas, Humberto Arnés, director general de la patrona, se ha mostrado confiado. “No tenemos constancia de que se vayan a demorar los pagos”. Además, ha recordado que el Ministerio de Hacienda va a revitalizar el “fondo de liquidez autonómica. Cualquier demora que se pudiera producir por liquidez se podrá resolver a través de esta vía”.
Por otro lado, y en el marco del acuerdo establecido entre Farmaindustría y el Gobierno para limitar el gasto en medicamentos innovadores, los responsables de la patronal han confirmado que este 2020 les toca ‘pagar’, pero todavía no se ha confirmado cuánto, puesto que el Estado todavía no ha cerrado todos los datos fiscales.
Cabe recordar que, en virtud del citado acuerdo, el gasto en medicamentos innovadores no puede crecer más que el propio PIB español. Algo que, a falta de confirmación oficial, ya habría ocurrido.
Respecto a este pacto, que se aún se tiene que prorrogar, "esperamos sentarnos en próximas semanas con Sanidad y Hacienda para ver qué tipo de acuerdo en el actual entorno”; ha indicado Arnés, quien ha recordado que, en todo caso, el trabajo de la industria (que mantiene contactos constantes con las Administraciones Públicas) se está centrando en abordar la crisis sanitaria.