Este jueves la CEOE ha reunido a la ‘creme’ de la ‘creme’ del sector sanitario para que dé sus recetas para reconstruir la sanidad española tras la pandemia del coronavirus y prepararla para futuras crisis. Uno de los consejos que más se ha repetido es el de incrementar la financiación que le dedica el Gobierno a la sanidad en unos 12.000 millones de euros.
Concretamente, los diferentes agentes empresariales del sector sanitario han denunciado que el actual 6% de PIB que España dedica a su sector sanitario “es muy poco”, ha concretado Martín Sellés, presidente de Farmaindustria. Por ello, han insistido en la necesidad de que nuestro país se acerque a la media europea en este campo y sume un punto más de PIB anual a las partidas sanitarias, lo cual supondría alrededor de 12.000 millones más.
Pero no es la única reclamación que han hecho los líderes del sector sanitario en la mesa que sobre este ámbito se ha celebrado este lunes en el marco de la cumbre de la CEOE. Tanto Sellés como Juan López Belmonte, CEO de Rovi y futuro sucesor del primero al frente de Farmaindustria a partir de septiembre, han puesto el énfasis en el valor que puede aportar el sector farmacéutico a la economía española. Sobre todo a la hora de generar empleo de calidad.
Pero no solo por esto. López Belmonte ha considerado que España tiene una “oportunidad histórica” para redirigir su tejido productivo y recuperar la producción de productos sanitarios y medicamentos que se han externalizado en estas décadas.” Dependemos mucho de China y de India. Tenemos que reindustrializar Europa y España. Estamos comprometidos a hacerlo”, ha rematado Sellés.
“Si el Gobierno nos apoya, tenemos una oportunidad privilegiada y podemos liderar la reactivación económica el país. No hay mejor euro invertido que el euro invertido en sanidad”, ha indicado el responsable de Rovi.
A estas reclamaciones, María Luz López-Carrasco, presidenta de Fenin, ha sumado otras como que se aplique el IVA superreducido en productos sanitarios. “Se podrían ahorrar 10.000 millones para dedicarlos a otros fines”. Así mismo, ha insistido en que es necesario activar un plan para renovar el parque tecnológico del sistema sanitario español, en una situación muy precaria desde hace años.
Reservas estratégicas
López-Carrasco ha señalado además la necesidad de que haya España disponga de “una reserva estratégica” de productos sanitarios que permitan a las autoridades “estar preparadas ante futuras crisis sanitarias y eventuales rebrotes”.
Este punto de vista es compartido por Eduardo Pastor, presidente de Cofares, quien ha considerado “España no puede depender de otros países en el acceso a equipos de protección individual (EPI). Debemos contar con un plan de contingencias nacional” que sea “pactado entre los agentes sanitarios”, incluido un agente fundamental: las empresas que son las que conocen los mercados y cómo hacer las compras.
Por su parte, Luis María de Palacios, presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) ha apostado por un replanteamiento de la asistencia sanitaria, dando más protagonismo a las farmacias. De esta manera, ha reclamado una mayor dispensación de medicamentos en farmacias en vez de en hospitales y que las boticas sirvan como “un sensor de salud pública”, pudiendo ser parte de las campañas de vacunación. “Ya podríamos estar haciendo las tomas de muestra para test serológicos en las farmacias y hacer test rápidos en ellas”.