El Ministerio de Sanidad, a través del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), como órgano de contratación, ha publicado este miércoles un acuerdo marco para llevar a cabo la adquisición de material sanitario y equipos de protección individual para el Sistema Nacional de Salud y otras instituciones del Estado de cara a futuros brotes del Covid-19.
El volumen total de la compra será de unos 2.431 millones de euros. El objetivo de la operación, según el departamento que dirige Salvador Illa, es contar con “una reserva estratégica de estos productos para hacer frente a cualquier eventualidad que pudiera producirse por el Covid-19”.
En concreto, el departamento planea la adquisición, en un plazo de dos años, de 3.700 millones de unidades de batas quirúrgicas, guantes de nitrilo, gafas de protección, mascarillas quirúrgicas tipo II y IIR, mascarillas de protección FFP2, mascarillas de protección FFP3, test moleculares Covid-19 (PCR) y kits de extracción.
Según Sanidad, dicha cantidad se ha calculado “en función de las necesidades de los diversos servicios de salud e instituciones participantes”, que son Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-León, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja, Madrid y Navarra. Y, además, participan el Ministerio de Defensa, el Ministerio del Interior, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), Ceuta y Melilla
Este acuerdo marco de compras tiene una duración de un año con posibilidad de prórroga por un segundo año. “Los precios unitarios establecidos son precios máximos y se han calculado teniendo en cuenta los que hay en el mercado y previa consulta a los servicios de salud de las comunidades autónomas”.
Al ser un compra centralizada, Sanidad espera unos ahorros en el entorno de los 300 millones de euros. La tramitación de esta licitación se ha hecho por el proceso de emergencia por lo que los plazos se acortan y el objetivo es que una parte importante del material adjudicado esté disponible antes de finalizar el mes de septiembre.