El ministro de Sanidad, Salvador Illa, no cierra la puerta a que la farmacia realice test rápidos para detectar la Covid-19. "Estamos abiertos a estudiar esta opción, pero siempre que se reúnan los requisitos en materia de seguridad sanitaria y con las debidas garantías", ha señalado.
Según indicó Isabel Díaz Ayuso la semana pasada, la Comunidad de Madrid ya está trabajando con el Colegio de Farmacéuticos de la región para que estos profesionales puedan hacer test rápidos. En el caso del departamento que dirige Illa, la farmacia podrá ejecutar esta acción si se cumplen "los requisitos que nos aconsejen nuestros técnicos en materia de seguridad sanitaria", ha indicado el ministro, en la rueda de prensa que ha concedido este martes.
De hecho, esta es una de las peticiones que el Consejo General de Farmacéuticos incluyó en un reciente manifiesto sobre el papel de la farmacia en la gestión de la lucha frente a la Covid-19 en el que reclamaba para la botica más responsabilidades.
Aliado estratégico
Una acción que el presidente del Consejo General de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, ha calificado como "muy buena noticia" ya que entiende que la red de farmacias puede ser un aliado "estratégico" en la pandemia para aumentar la capacidad asistencial del sistema sanitario.
"Cuando se cuenta con la farmacia, hay garantía de éxito", ha indicado Aguilar, para avisar de que la segunda ola de contagios está afectando "seriamente" al funcionamiento de los servicios sanitarios y que, incluso, "sobrevuela" la amenaza del colapso sufrido el pasado mes de marzo.
Sin embargo, a pesar de que Illa se haya mostrado receptivo en la idea de hacer test rápidos de detección de la Covid-19 en las boticas, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), no lo tiene tan claro. El jueves pasado advirtió que "no ve que un farmacéutico pueda interpretar los resultados de estas pruebas diagnósticas".