El número de casos de Covid-19 no para de incrementar en España. De hecho, podríamos estar ya en el inicio de la tercera ola, tras haberse invertido la tendencia de los contagios.
José Polo, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), advierte en esta entrevista de la crítica situación de los centros de salud ante un nuevo aumento de la demanda y aboga por endurecer las medidas restrictivas con el objetivo de cortar la cadena de contagios.
"Si lo que salva vidas es un confinamiento, hagámoslo", ha dicho en esta entrevista concedida a Invertia. Además, este médico extremeño pide al Gobierno central que "deje de escurrir el bulto" y tome el control para evitar tener 17 estados de alarma diferentes.
La pandemia ha puesto de manifiesto las carencias del sistema nacional de salud. ¿Qué ha fallado?
En primer lugar, ha habido una falta de previsión absoluta por parte de las autoridades sanitarias. En el mes de marzo nos vimos sin equipos de protección, test de diagnóstico y falta de conocimiento sobre cómo enfrentarnos al enemigo. Algunos incluso se jactaron de decir que aquí había pocos casos. Podríamos poner nombres y apellidos, pero no ha lugar.
Otro de los problemas que venimos arrastrando es que los recursos humanos del Sistema Nacional de Salud están al límite. Teniendo que suplir las bajas de muchos compañeros y el aumento bestial de la demanda se ha puesto más de manifiesto.
Los contagios por la Covid-19 han vuelto a la tendencia alcista. ¿Cómo afronta la atención primaria la segunda ola? ¿Podríamos hablar ya de tercera ola?
Podemos hablar de tercera ola. Estamos en el inicio. La segunda ola se preveía para octubre y empezó en septiembre y, ahora, ya estamos una tercera ola que se preveía, según los expertos, en enero o febrero.
Se prevé mal. Aunque ya tenemos equipos de protección y test de diagnóstico, el aumento de la demanda en una situación de carencia de recursos humanos con compañeros de baja o con permisos, puede llevarnos a un mes de enero complicado. A esto se le suma también la patología respiratoria que, si bien todavía no ha llegado, llegará con los días de frío.
¿Y la atención primaria rural?
Yo soy médico rural. La atención primaria rural viene teniendo el gran problema de poder cubrir plazas. Hay que plantearse que todo el mundo quiere vivir en una gran ciudad. Además, la conciliación familiar es complicada en el medio rural. Estos problemas se plantean en Castilla y León, Castilla-La Mancha o Extremadura. Habrá que plantear incentivos, que no tienen porque ser económicos.
Otro problema en la España rural es la dispersión geográfica. El paciente tiene que desplazarse para acceder a técnicas diagnósticas porque el médico no tiene recursos allí para resolver la situación.
¿Ha cambiado la organización de la atención primaria en la segunda ola?
Ha cambiado porque desde marzo-abril, empezamos a realizar mucha telemedicina. Sin embargo, no deja de ser caótica porque el triaje hay que hacerlo de manera telefónica y el acto médico es de las pocas herramientas para explorar a los pacientes. Hay pacientes que por sus patologías tienen que acudir a los centros de salud. Esto genera pacientes en consulta y por teléfono. Es caótico, pero nos estamos organizando a pesar de que los recursos humanos están mermados desde hace años.
Las medidas para las fiestas navideñas serán diferentes entre las comunidades autónomas. ¿Debería Sanidad tomar el control y unificarlas? ¿Cómo valora el enfrentamiento entre algunas autonomías y el Gobierno central?
Creo que sí. Lo que no se puede es escurrir el bulto. No se puede sostener 17 estados de alarma haciendo cada uno lo que le da la gana. Debería unificarse e imponerse un control en condiciones. Somos muy poco disciplinados.
Es un tema político. Se ha demostrado. Los mismos problemas que ha tenido Madrid los han tenido en otras comunidades y no han salido en televisión. Dejen de pelearse porque el perjudicado es el paciente y el ciudadano. Si usted lo que quiere es conseguir un puñado de votos, está haciendo el ridículo. Es un "politiquillo" de tres al cuarto.
¿Deberían tomarse medidas más contundentes para frenar los contagios? ¿Cuáles?
Interrumpir los contactos. En este momento tenemos dos cosas. Una es la crisis económica y otra es luchar contra la enfermedad. ¿Cuánto vale una vida humana? Su valor es incalculable. ¿Y la economía? De peores hemos salido. Como médico, siempre defenderé la vida humana. Si lo que va a salvar vidas es un confinamiento, impongámoslo.
La atención se ha centrado en los pacientes Covid-19. ¿Qué ha pasado con el resto?
Es una pregunta interesante porque tendremos que ver en un año o año y medio la falta de control de los pacientes crónicos o pluripatológicos. Va a pasar factura al paciente porque no ha tenido controles durante este año.
Hemos observado durante estos meses una disminución de la afluencia de pacientes con patologías frecuentes. Por ejemplo, en el Hospital San Pedro de Alcántara la media de infartos ha sido de tres durante estos meses, una cifra que no cuadra con las estadísticas de años anteriores. ¿Qué ha pasado con esos pacientes? Pone los pelos de punta. Es complicado.
Los servicios de pediatría también están sorprendidos porque apenas ha habido pacientes.
Estamos a cinco días de que se inicie la campaña de vacunación contra la Covid-19. ¿Están los centros de atención primaria preparados? ¿Se han reforzado los equipos?
En estos momentos, no se ha hecho refuerzos. Todavía no se conoce perfectamente cómo se va a realizar. Se habla de que se están comprando congeladores. Me imagino que se realizará con una distribución diaria. El problema es que el paciente, debido a la situación, va a ir al médico pidiendo vacunarse ya. Habrá que educar a la población y decirle que en esta primera tanda solo se van a vacunar a los grupos prioritarios establecidos. Va a generar conflictos.
El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2021 dota con más de 1.000 millones el Marco Estratégico para la Atención Primaria. ¿Es suficiente? ¿Cree que debería recentralizarse la gestión de personal?
Todo lo que sea inyectar dinero, va a ser tapar agujeros. Es necesario hacer un análisis de la situación. Cuando esté hecho y sepamos qué es lo que precisa la atención primaria, debemos realizar un plan. Ya se hizo, el conocido como informe ‘Abril’. Hubo medidas que se llevaron a cabo pero otras no porque el gobierno de turno no quiso realizarlas. Mientras no tengamos un plan, no podremos avanzar.
Lo que nos ha enseñado la pandemia es que la descentralización puede ser buena pero lo que no puede ser el descontrol de 17 haciendo lo que les parece. Se necesita coordinación. Es demencial tener 17 calendarios vacunales, tener prestaciones diferentes según donde vivas. No somos iguales ante la ley porque unos tienen unas prestaciones y otros las tienen diferentes.
Fuentes del Ministerio de Sanidad han dicho que se está formando a los equipos de vacunación debido a las características especiales de conservación de la vacuna de Pfizer, que será la primera en llegar. ¿Sabe cómo está siendo esta formación?
Soy de un equipo de atención primaria y en este momento no tengo información sobre protocolos de vacunación.
¿Cuándo volveremos a la normalidad?
La vuelta a la normalidad tardará entre seis meses y un año. La vacuna ayudará a romper la tendencia, pero la enfermedad va a permanecer con nosotros mucho tiempo y tendremos picos estacionales. Ojalá que no, pero creo que estará con nosotros muchos años, por desgracia.