La Comisión Europea ha anunciado este miércoles la apertura de una investigación en para determinar si la farmacéutica Teva abusó de su posición dominante en el mercado para poner trabas a la competencia de su medicamento estrella contra la esclerosis múltiple, Copaxone, con medidas para retrasar la adopción y entrada en el mercado de productos rivales.
El Copaxone es el medicamento más vendido por este laboratorio, con sede central en Israel pero con filiales en varios países de la UE, pero la patente que protegía el acetato de glatiramero del fármaco caducó en 2015.
Desde entonces, Bruselas sospecha que Teva obró para prorrogar artificialmente la exclusividad comercial de Copaxone presentando y retirando estratégicamente patentes fraccionadas, lo que en la práctica retrasó en varias ocasiones la entrada en el mercado de competidores genéricos.
Este tipo de patentes divididas provienen de una primera patente "madre" más amplia y pueden cubrir nuevos hallazgos que se solapen de manera significativa, con lo que el titular de la patente puede "multiplicar los obstáculos" a otras marcas.
El Ejecutivo comunitario quiere investigar también si Teva puso en marcha una campaña de comunicación dirigida a profesionales sanitarios y establecimientos para impedir indebidamente el uso de genéricos del acetato de glatiramero, por ejemplo haciendo creer que otros productos similares podían plantear riesgos para la salud, después incluso de que los fármacos en cuestión hubieran sido autorizados.
Si se confirman los hechos, ha apuntado Bruselas, Teva es susceptible de haber cometido un abuso de posición dominante e infringido varios artículos de los Tratados de la UE.
Respuesta de Teva
Desde la multinacional israelí indican que no se han adoptado los comportamientos de los que les acusa Bruselas.
"No creemos que Teva haya adoptado comportamientos contrarios a la competencia en relación con Copaxone y estamos cooperando plenamente con la Comisión", indica Rafael Borrás, director de Relaciones Institucionales de Teva en España.
"La apertura de una investigación formal es una medida de procedimiento, lo que simplemente significa que la Comisión podrá dedicar recursos más amplios al examen de la información y los documentos recogidos durante la inspección que se inició en octubre de 2019, y las solicitudes posteriores de información. Esto no significa que se haya acreditado una infracción, ni prejuzga en modo alguno el resultado de la investigación que aún está en curso”, añade.