Austria y Dinamarca podrían no ser los últimos estados miembro de la Unión Europea que abandonen la compra conjunta de vacunas contra la Covid-19 coordinada por la Comisión. Según ha podido saber Invertia por fuentes cercanas a la estrategia, varios países más valoran desentenderse del plan comunitario para hacer su propio camino en la adquisición de los antígenos.
De hecho, se da por hecho que más estados dejarán el acuerdo marco gestado por Bruselas. Sin embargo, no se teme que se produzca una desbandada. Es decir, sobre la mesa no se encuentra que el abandono de la estrategia de adquisición pueda ser ‘masiva’ o que entre los que se marchen estén los principales países de la Unión, como Francia, Alemania, Italia o España.
Además, recuerdan que las dosis que ya se han negociado y encargado tienen que ser pagadas por los estados miembro según les corresponda y se les entregue. Es decir, que no pueden ‘evitar’ el pago de la cuenta de las vacunas contra la Covid cuando llegue el momento de abonarla.
Así, aseguran que el suministro de antígenos ya acordado para este 2020 está asegurado, y la salida de países del acuerdo marco no tendrá ningún impacto a corto plazo. Con todo, sí que generará más competencia en futuras compras de dosis.
Cabe recordar que este martes Austria y Dinamarca anunciaron un acuerdo unilateral con Israel -el país del mundo con mayor porcentaje de población vacunada- para producir vacunas de segunda generación contra las mutaciones del virus.
Sebastian Kurz, canciller austríaco, se ha quejado de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) "es demasiado lenta aprobando las vacunas". También critica la existencia de "cuellos de botella en el suministro por parte de las farmacéuticas".
"Por eso debemos prepararnos para otras mutaciones y debemos dejar de depender exclusivamente de la UE para la producción de vacunas de segunda generación", ha añadido.
Aunque es la más seria, no es la primera ‘escapada’ de la estrategia de vacunación comunitaria que se produce. Tanto Hungría como Polonia han comprado vacunas chinas, y Eslovaquia, rusas.
Mientras esto ocurre, las vacunas van llegando y, sea antes o después, la inmunización de la población europea parece asegurada. Bruselas se ha garantizado el suministro de unos 2.600 millones de dosis. De sobra para cubrir los 446 millones de personas que viven en la UE.
La cuestión es: ¿qué se va a hacer con las dosis sobrantes? Para empezar, las fuentes consultadas indican que se está trabajando es que se pueda mantener una reserva estratégica de vacunas contra la Covid en la UE. Aunque reforzar la inmunización se cree necesario para 2022, puede que se tengan que poner de nuevo dosis en población vacunada en 2023.
Por otro lado, se prevé que buena parte de las dosis sobrantes vayan a parar a la Covax, la iniciativa mundial destinada a garantizar un acceso equitativo a las vacunas en países en vías de desarrollo o que, sencillamente, no han logrado tener acceso a las dosis.
Mientras, el suministro de vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca continúa, a la espera que se sumen las dosis que pueden llevar a que la campaña de vacunación se haga masiva. El 11 de marzo, el próximo jueves, la EMA aprobará el antígeno de Janssen.
Aunque no comenzarán a llegar a los estados miembro hasta abril, se han adquirido unos 400 millones de dosis. A ellas se sumarán, cuando se aprueben y más adelante, las de Novavax (100 millones de dosis) y las de Curevac (225 millones). En total, 725 millones adicionales para el conjunto de los estados miembro, de los que 72 millones serán para España.