El objetivo de Covax, el mecanismo de acceso mundial a las vacunas contra la Covid-19, era distribuir 2.000 millones de dosis para que, a finales de 2021, el 20% de la población de todos los países del planeta estuviera inmunizada frente al coronavirus. Sin embargo, solo se ha repartido el 26% de las dosis prometidas.
Y son varias las razones que han impedido a Covax cumplir con el objetivo de distribuir 2.000 millones de vacunas a lo largo de este año, según los testimonios de diferentes expertos recogidos por la agencia SINC.
Virginia Rodríguez Bartolomé, responsable del proyecto de incidencia política del Instituto de Salud Global de Barcelona, señala a los países de rentas más altas por “haber acaparado el mercado comprando dosis para vacunar varias veces al conjunto de sus poblaciones”.
Coincide en esta misma idea también Adrián Alonso Ruiz, Researcher and Project Manager of the New Business Models for Governing Innovation and Global Access to Medicines de Global Health Centre. “Covax ha tenido que competir con países que han llegado a firmar acuerdos para vacunar hasta cinco veces con pauta completa a su población”.
Por ejemplo, la Unión Europea y Estados Unidos han adquirido vacunas suficientes como para inmunizar cinco veces a sus poblaciones, tal y como contó EL ESPAÑOL-Invertia.
“La producción y entrega de las cantidades de dosis compradas por los países de mayores recursos se antepone a la propia iniciativa Covax”, explica Rodríguez. “Debido a ello, y de forma no prevista originalmente, en los últimos meses Covax se ha convertido en un mecanismo para distribuir las dosis de vacunas donadas por los países que las han acaparado”.
El acaparamiento de vacunas de los países de rentas altas “ha provocado también que Covix se quede el último de la fila en la recepción de vacunas producidas y por producir. A este ritmo, parece que no se alcanzará a tiempo el objetivo de vacunar a un 20% de la población para 2022”, dice por su parte Raquel González, responsable de Relaciones Institucionales de Médicos Sin Fronteras.
Vacunas a punto de caducar
Aunque, actualmente, la tasa de desperdicio global de las vacunas enviadas a Covax es extremadamente baja, lo cierto es que esta aumentará a medida que el suministro se incrementa en los próximos meses.
Es la advertencia que han hecho desde la Alianza para la Vacunación (GAVI). También los expertos consultados por SINC hablan del corto periodo de caducidad que tienen las vacunas.
“En ocasiones, las vacunas pueden llegar con menos de cuatro meses de vida útil, lo que significa que los sistemas logísticos deben trabajar con extrema rapidez para distribuir las vacunas, lo que resulta especialmente difícil en las zonas rurales y remotas”, expone la portavoz de Médicos Sin Fronteras.
“La corta vida útil de las vacunas también complica el proceso de donaciones a Covax, ya que hay poco tiempo para organizar su distribución”, añade.
Para evitar el desperdicio de dosis, González pide que los fabricantes compartan con las autoridades los resultados de las pruebas de estabilidad en tiempo real y soliciten regularmente la ampliación de la vida útil.
Liberar patentes
Otra de las soluciones que proponen los expertos es liberar los derechos de propiedad intelectual de las vacunas contra la Covid-19.
Lo apoyan Adrián Alonso y Raquel González. Ambos creen que compartir el conocimiento y la tecnología patentada de las vacunas es un elemento clave para acelerar la producción, aumentar el suministro y mejorar su distribución equitativa.
“La propuesta de exención, que cuenta con el apoyo de más de cien países, continúa bloqueada. Los meses de retraso y descarrilamiento del proceso de negociación demuestran la falta de verdadera solidaridad en la comunidad mundial”, añade González.