En los últimos meses, el precio de la energía y de las materias primas se ha disparado. Un crecimiento que ha repercutido también a los fabricantes de mascarillas, que han visto como los costes de producción de este producto sanitario se ha incrementado un 18% en el último trimestre de 2021.
"Ha subido el precio de la energía, del polipropileno (material que se utiliza para fabricar las mascarillas), el elastano (para las gomas) y el acero (para el clip)", explica Francisco Sánchez, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Mascarillas, Batas y EPI (OESP), en conversación con EL ESPAÑOL-Invertia.
Según los cálculos que ha hecho Sánchez en su empresa, el incremento de los costes de producción "han subido un 18% en el último trimestre de 2021", cuenta. Pero este crecimiento no se quedará ahí: "El problema es que seguirá aumentando", advierte.
A pesar de ello, "no hemos repercutido ese incremento en el consumidor. Estamos en un mercado muy competitivo y el consumidor no ha notado el crecimiento de los costes de producción. No es un momento sencillo a nivel empresarial y estamos intentando adaptarnos", continúa el presidente de OESP.
Cabe recordar que el Gobierno fijó un precio máximo de las mascarillas que, actualmente, se sitúan en 0,62 euros por unidad. Sin embargo, Sánchez indica que "se están vendiendo por debajo del coste estipulado".
El futuro de los fabricantes de EPI
2021 ha sido un año en el que la cadena de fabricación de mascarillas y otros equipos de protección ha estado sometida a una "enorme presión", reconoce Sánchez. Aún todavía, y después de que las mascarillas vuelvan a no ser obligatorias en exteriores, "seguimos teniendo un buen ritmo de fabricación".
A pesar de que las líneas de producción hayan estado funcionando a pleno rendimiento, Ignacio Vega, presidente de Cardiva, apunta a este periódico que la fabricación de "los productos relacionados con la Covid se ha ido normalizando, aunque no al 100%".
¿Y qué pasa a partir de ahora? "Aunque el consumo todavía fue alto en 2021, los precios de los equipos de protección individual se normalizaron. Si no ocurre nada extraordinario en 2022 y la incidencia se mantiene por debajo de 100 casos por 100.000 habitantes, el consumo de productos para la Covid desaparecerá y los precios se ajustarán todavía más".
Por su parte, el presidente de la patronal de fabricantes de EPI plantea un escenario algo diferente. En su opinión, "las mascarillas se quedarán por la sensación de seguridad que aportan; la gente se ha habituado a llevarlas".
Además, apunta que los distribuidores miran ahora al sector nacional. "Tienen incertidumbre en cuanto a importar productos desde China porque tienen problemas para saber cuándo llega la mercancía. Ahora, estos distribuidores están comprando en España".
Sánchez reconoce que "no tenemos una bola de cristal para predecir el futuro", pero, por el momento, la fabricación de mascarillas se mantiene "a buen ritmo" gracias, principalmente, a la sexta ola de la Covid provocada por la aparición de la variante ómicron.
De hecho, en el mes de diciembre, la venta de mascarillas en farmacias se disparó un 107%, según los datos recopilados por la consultora Iqvia. Un crecimiento que coincidió también con los primeros días de la vuelta a la obligatoriedad de usar este producto en exteriores.