Juan Carlos Gil (Moderna): “Este año seremos capaces de duplicar la producción de vacunas contra la Covid”
La farmacéutica estadounidense entregó 807 millones de dosis en 2021.
20 febrero, 2022 02:38Noticias relacionadas
Fue en enero de 2021 cuando la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó la vacuna contra la Covid-19 de Moderna. Un año en el que la farmacéutica ha sido capaz de entregar 807 millones de dosis en todo el mundo. Iniciado ya el 2022, la estadounidense trabaja en sus próximos objetivos: duplicar producción, la aprobación de la vacuna pediátrica y el refuerzo contra ómicron.
Así lo relata Juan Carlos Gil, director general de Moderna en España, durante una entrevista concedida a EL ESPAÑOL-Invertia. "Hemos optado por un modelo colaborativo que continuará durante 2022. Seremos capaces de producir el doble de vacunas", afirma.
Un modelo que irá incluso más allá de 2022. Es el caso de su reciente acuerdo con Rovi por el que la farmacéutica española fabricará vacunas de Moderna durante los próximos diez años. "Una buena noticia para España", dice orgulloso Gil.
¿Cuáles son los detalles del acuerdo a largo plazo entre Moderna y Rovi?
El acuerdo es una grandísima noticia tanto para Moderna como para Rovi. Y, especialmente, para España. Que tengamos una inversión de una empresa tan innovadora en tecnología como es Moderna y que haya elegido a Rovi son grandísimas noticias.
¿Se incrementará la producción y Moderna fabricará más vacunas en España?
Sin duda. Va alineado con esto. Se va a potenciar la capacidad de producción de sustancia activa, de rellenado y de packaging.
¿Hablamos de más productos?
Por ahora, el único producto que tenemos comercializado es la vacuna contra la Covid. En principio, nuestro acuerdo es para producir este producto. En diez años espero que hayamos podido evolucionar y producir distintas soluciones. Y, si está en mi mano, España seguirá desempeñando un papel estratégico para participar de esto.
¿España es el único país de Europa donde se produce la vacuna de Moderna?
Es correcto. Tenemos la producción de sustancia activa en Granada.
¿Tiene la aspiración Moderna de plantarle batalla a Pfizer? Al final, son estas dos compañías las que se están disputando el mercado vacunal de la Unión Europea.
Desde mi punto de vista, la situación en la que nos encontramos no es la de batallar con nadie por aspectos comerciales. La fortuna es que tenemos dos vacunas buenas. Estamos siendo capaces de dar cobertura a mucha parte de la población. Pfizer es un gigante y con una capacidad de producción muy elevada. Nosotros somos más modestos porque estamos desarrollándonos. Pero estamos intentando ser parte de la solución, al menos.
Ahora, aparecerán nuevos competidores como Novavax. ¿La vacuna podría convertirse en algo que no sea rentable para Moderna?
Yo no creo que no sea económicamente rentable. Ahora mismo estamos poniendo toda la carne en el asador para tener una solución viable para esta crisis. Desafortunadamente, este virus ha venido para quedarse como nosotros.
Tendremos que ver cómo evoluciona y cómo lo gestionamos en un futuro, si será más endémico. Seguimos trabajando con potenciales soluciones preventivas para esta nueva fase e intentamos estar preparados para nuevas variantes que puedan surgir.
¿En qué punto se encuentra la vacuna de refuerzo contra ómicron?
Estamos en ensayo clínico, es decir, estamos administrando ya la vacuna en personas. Trabajamos con diferentes opciones. En concreto, tres líneas de desarrollo para ver cuál es la mejor opción que podemos prever para un futuro inmediato.
Los datos todavía son pocos concluyentes, pero cuando tengamos más los compartiremos con la sociedad científica para, entre todos, elegir la mejor opción. Intentamos nutrirnos de la información científica y de la evolución del virus.
¿Cuándo podría estar lista?
Potencialmente, la vacuna podría estar lista hacia el verano. Otra cosa es que los aspectos regulatorios y de aprobación tengan otro ritmo. No sabemos si todavía se seguirá aprobando en una situación de emergencia como hemos tenido hasta ahora, si empezaremos a tener un tratamiento regulatorio más parecido al anterior o nos quedaremos entremedias.
Tenemos la esperanza de que nos permita aprender desde el punto de vista regulatorio y de gestión para poder ser más ágiles en cuestiones de aprobación y puesta en marcha.
¿Seguiremos con esta tendencia de dosis de refuerzo?
La compañía no tiene una opinión marcada porque la comunidad científica esta divida. Intentamos proveer de todos los datos disponibles a los científicos que son los que tienen que recomendar los plazos y a los decisores que son los que toman la decisión de lo que se aplica en cada uno de los países.
No todos los países han tomado las mismas decisiones. Ahora mismo, la dosis refuerzo en España se administra a los cinco meses de la infección o de la última vacuna. En otros países se recomienda a los tres meses. Nuestra postura es tener datos disponibles para que se tomen las mejores decisiones.
Tenemos que entender que los booster dentro de los procesos de primovacunación son algo habitual. No es extraño que al sistema inmunológico haya que estimularlo de forma repetida para que tenga la capacidad de respuesta que esperamos. Es razonable lo que está sucediendo con los boosters.
¿Cuándo esperan la aprobación de su vacuna contra la Covid para niños en la Unión Europea?
Hemos contestado a las preguntas que nos ha hecho la EMA y lo más probable es que esta respuesta se produzca en semanas.
¿Cuál es la capacidad de producción de vacunas contra la Covid de Moderna para 2022?
El año pasado fuimos capaces de poner a disposición de la sociedad 807 millones de vacunas. Este año estoy convencido de que seremos capaces de duplicar esa producción. Hemos optado por un modelo colaborativo, con terceras empresas, para producir las vacunas. Ese modelo va a continuar durante 2022 y seremos capaces de producir el doble de vacunas.
¿Está buscando Moderna nuevos acuerdos de producción?
La búsqueda de opciones para producir más vacunas está activa. En España acabamos de reforzar el contrato con Rovi y estamos expandiendo su capacidad de producción. En España posiblemente no busquemos nuevos socios, pero en el resto del mundo posiblemente sí.
¿Están teniendo problemas para abastecerse de las materias primas necesarias para fabricar la vacuna?
Con la situación que estamos viviendo, casi todas las materias primas de casi todos los sectores están teniendo problemas de abastecimiento. De esto tampoco se va a escapar la industria farmacéutica. En nuestro caso, nos está costando más trabajo, sobre todo, en tiempos. Hay que planificarse y adelantarse.
Este retraso ¿se traduce en un incremento de los costes?
Sí, lo estamos viendo en todos los sectores. Esta situación es compleja y obliga a las empresas a ser más flexibles en cuanto a costes.
La industria farmacéutica está en una posición más favorecida porque produce un bien del que la sociedad no puede prescindir. ¿Estos incrementos se van a trasladar al precio al que están cobrando la vacuna a los países de la UE?
Lo desconozco. Tenemos un contrato con la Unión Europea que tenemos prohibido discutir con los estados miembros.
¿Cuál es el periodo de este contrato?
Es parte del contrato del que no puedo hablar.
Moderna no es solo la vacuna contra la Covid. Recientemente han iniciado un ensayo clínico con una vacuna contra el VIH, que utiliza la tecnología del ARN mensajero. ¿Cuáles han sido los resultados en laboratorio?
La grandísima noticia es que se está empezando a trabajar en un área donde se lleva buscando una vacuna más de 18 años. Es un virus muy complicado y variable. Se nos abre un abanico de esperanza con esta nueva alternativa. En cuanto tengamos algún dato, lo compartiremos.
¿Cuándo esperan que pueda estar disponible esta vacuna de superar todas las fases del ensayo clínico?
Hemos tenido la fortuna de tener una vacuna contra el Covid en un plazo muy corto de tiempo porque se lleva trabajando seis años con diferentes coronavirus dentro de la tecnología del ARN mensajero. En el VIH se llevan trabajando 18 años y todavía no se ha logrado concretar cosas. Es un arriesgado decir un plazo porque estamos en fases muy preliminares.
¿Qué otros proyectos han iniciado?
Son muchos los proyectos que se abren gracias a esta nueva plataforma tecnológica. Trabajamos en 40 proyectos de los que 21 están en fase clínica. Desde el virus de la gripe, del que actualmente tenemos tres opciones distintas de vacunas que contemplarán cuatro variantes; también en vacunas combinadas para gripe y Covid-19; trabajamos en el área de enfermedades raras e inmunoncología con vacunas personalizadas.
¿Están trabajando en medicamentos contra la Covid?
No. Además, ya hay opciones con buenos resultados. Nosotros tenemos experiencia con la plataforma de ARN mensajero para buscar opciones preventivas y nuestros esfuerzos van dirigidos ahí.
Está habiendo una revalorización de las vacunas, porque antes se rebajaban cada vez más los precios. ¿Es rentable este negocio?
Nosotros empezamos a ser una empresa comercializadora desde hace un año. Los investigadores inicialmente no se paran a ver si esto es rentable o no. Buscan una solución y la rentabilidad se ve después y se comercializa o no según de la rentabilidad. El mensaje más importante que tenemos que dar es que Moderna quiere trabajar para dar solución a los virus respiratorios que causan tantos problemas en la sociedad. Si somos capaces de desarrollar una vacuna que aporte una mayor efectividad tendrá un justiprecio.
La gripe es una gran olvidada. El ser humano tiende a normalizar las cosas. Ahora con la pandemia, tenemos una serie de fallecimientos todos los días muy importante. Pero como sociedad lo hemos normalizado y ya no nos escandaliza.
En octubre anunciaron la construcción de una planta de ARN mensajero en África. ¿Cuándo podrá estar operativa? ¿Cuál será la inversión total?
Hablamos de hacer una transferencia tecnológica para hacer una planta en África con una inversión de 500 millones de euros. La compañía busca que haya una distribución más equitativa de la vacuna en todo el mundo. África es una de las zonas relevantes para que la vacuna llegue a la mayor parte de la sociedad.
El 40% de las vacunas donadas no se han llegado a administrar. ¿Qué habría que hacer para corregir esos fallos de vacunas que no llegan?
Hay que romper una lanza por Covax. La tarea que tienen es titánica y compleja. Hay que coordinar muchas instituciones de un producto que no es fácil de conservar, no es fácil de trasladar ni tampoco de administrar. Dentro de Covax se está haciendo un gran trabajo y muchos países, como el nuestro, están ayudando en esa tarea.
España ha entregado más de 50 millones de dosis en África y países de Latinoamérica. Es verdad que es una vacuna que no tiene unas cualidades óptimas para ser conservada, porque tiene que estar a temperaturas muy bajas, los tiempos de caducidad son unos más escasos que otros… pero creo que Covax y los países lo están haciendo, dentro de sus posibilidades, bastante bien. ¿Qué se podría mejorar? Seguro, pero es un reto para cualquier persona.
En la situación actual, ¿son las farmacéuticas rehenes de estrategias políticas de los estados?
No creo que seamos un rehén. Es cierto que los países con más recursos tienen más capacidad para retener y garantizarse vacunas. La producción de este año no tiene parangón y si hubiera sido un componente estratégico no se hubiera dejado hacer transferencias de tecnologías a otros países.
Hemos suministrado a 62 países. Es cierto que nuestro centro logístico más importante está en Estados Unidos, por lo que tiene sentido que las vacunas que se consumen en el mercado americano se produzcan allí. Las que se han producido en Rovi han abastecido a países de la Unión Europea y de Asia.
En una sociedad en la que vivimos ahora, con un ámbito de colaboración tan amplio y en un caso de pandemia como este, no veo esa limitación. A principios de 2020 había 200 vacunas en desarrollo para ganar la carrera a la pandemia. Ha habido una colaboración abierta y honesta.
AstraZeneca iba a ser la vacuna por excelencia de la UE y de no ser por Pfizer no sabemos cuál sería la situación actual. De hecho, la UE llegó a aprobar una legislación para que no pudieran enviarse lotes a otros países…
Tenemos multitud de perspectivas y es cierto que dentro de la UE había voces que decían que teníamos que protegernos. Pero, al final, se ha impuesto el ámbito colaborativo. La buena noticia es esa.
Puedo decir que actualmente no hay ninguna vacuna mala, pero cuando uno tiene algo que funciona mejor que otro va eligiendo en función de lo que va surgiendo. Pero hemos tenido la fortuna de tener la vacuna de AstraZeneca, la de Janssen, Pfizer o Novavax que viene ahora. Cuanto más opciones terapéuticas, mejor para todos.
En una sociedad como la española, que tiene altas tasas de vacunación, empieza a haber escepticismo. ¿Teme que el movimiento antivacunas se haga fuerte en España o Europa?
Tenemos que diferenciar. España es un país muy fiel a las vacunas, lo ha demostrado durante muchos años. Esto se ha visto también durante la pandemia. Poca gente ha cuestionado las vacunas.
La mejor manera para que la sociedad llegue a un consenso mayor es informar de manera adecuada y sensible. Llegar de forma clara y concisa a la gente. Los medios de comunicación tienen un gran papel que jugar en este sentido porque muchas veces las fake news son más atractivas.
¿Cuál es su opinión sobre la estrategia de vacunación que se ha seguido en España?
Se ha hecho un gran trabajo en un momento de crisis y de desorientación total. Y en cuanto a la gestión de la pandemia, se hizo de una manera razonable e intentando apostar por las recomendaciones de quien más sabía de esto. Siempre ha habido una asesoría efectiva. Se pueden equivocar, pero lo hicimos lo mejor que pudimos. Y gracias a las vacunas se ha podido solventar la situación.