Hay que remontarse 10 años atrás para conocer el inicio de la historia de Tetraneuron, la empresa biotecnológica española que está trabajando en el desarrollo de un tratamiento contra el alzhéimer. Una terapia génica que hace una década era una hipótesis, pero que hoy está más cerca de ser una realidad.
La investigación de esta terapia en fase de investigación surgió en el seno del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Hubo inversores interesados en el proyecto y surgió la empresa", cuenta a EL ESPAÑOL-Invertia José María Frade, fundador y director científico de Tetraneuron.
Hasta ahora, la biotecnológica española ha conseguido cinco millones de euros para financiar sus investigaciones. Y, dentro de poco, "vamos a entrar en nueva ronda de financiación para poder iniciar la fase regulatoria del estudio", indica Frade.
Los inversores de la compañía son, principalmente, nacionales. "Hay un grupo, que son los socios originales, que está compuesto por empresarios de otros ámbitos".
Pero el interés por esta biotecnológica fue a más. "Después entró un grupo de inversores profesionales que trabajan en farmacéuticas internacionales. Han aportado un expertise y un conocimiento muy profundo desde distintos ámbitos para el desarrollo de un producto farmacéutico. Es un grupo muy importante", afirma el fundador de Tetraneuron.
La terapia
El producto en el que está trabajado la compañía española es una terapia multifactorial. "La enfermedad es muy compleja y no tiene una única causa. Para atajarla es necesario un abordaje más multifactorial", explica a este periódico Frade. "Somos optimistas de que nuestra terapia sea efectiva", añade.
Tetraneuron ha finalizado recientemente la prueba de concepto en razones en tres vectores. "Ya tenemos el vector a usar en humanos que, además, se emplea en otras terapias para el sistema nervioso".
Los resultados obtenidos en el estudio in house con ratones son prometedores. Los animales tratados presentaron mejoras cognitivas y comportamentales, atenuaron la neuroinflamación, redujeron la tetraploidía neuronal y la producción del péptido beta-amiloide, un conocido agente etiológico de la enfermedad. "Pensamos que nuestra terapia es efectiva, a diferencia de otras terapias que se centran en un único aspecto de la patología".
El siguiente paso es iniciar la fase regulatoria. "Hemos hablado con la AEMPS, la EMA y estamos redactando el documento para la FDA que queremos presentar en mayo. En principio, ya tenemos todos los acuerdos", cuenta el fundador de la biotecnológica.
"La fase preclínica está planificada para que finalice en 2023. La fase clínica en humanos la iniciaremos en 2024".
Frade está convencido de que esta terapia "va a funcionar". Hace diez años "era todo una hipótesis, pero hemos verificado que esta molécula funciona". Tal y como explica a este periódico, "hemos demostrado que incluso revierte la memoria en los ratones que ya la habían perdido".
Aún quedan unos años para que esta terapia llegue a los pacientes, pero desde Tetraneuron están convencidos de que así será.