El yodo de las farmacias no vale ante el riesgo nuclear y solo habrá 2,3M de dosis en España... pero en 2026
Se necesitaría de 400 a 1.000 comprimidos para alcanzar la dosis adecuada.
22 febrero, 2023 03:05El miedo a un conflicto o accidente nuclear ha estado presente desde que estallase la guerra en Ucrania, en febrero de 2022. La alerta ha ido in crescendo en las últimas horas después de las palabras pronunciadas este martes por Vladímir Putin. El presidente ruso ha anunciado la suspensión del cumplimiento por parte de su país del START III o Nuevo START, último tratado de desarme nuclear aún vigente entre Rusia y Estados Unidos.
Este escenario propicia que los países activen (aún más) planes y engrosen reservas estratégicas para dar una respuesta inmediata y proteger a la población. En un contexto de amenaza nuclear, el yoduro potásico (IK) se convierte en el bien más preciado y España no se queda atrás en hacer acopio.
De hecho, el Ministerio de Defensa está actualizando sus reservas de yodo desde principios del pasado año. Una sustancia que, una vez ingerida, contribuye a que el cuerpo repela la radiación en caso de que el organismo se exponga a un ataque nuclear.
[Qué es el yoduro de potasio, el medicamento que se agota por miedo a un ataque nuclear]
El Boletín Oficial del Estado (BOE) recogía un contrato entre el Ministerio del Interior y el departamento de Margarita Robles en el que se manifestaba el interés de España en el aprovisionamiento de esta sustancia para afrontar "eventuales riesgos nucleares" entre la población de las localidades afectadas por los Planes de Emergencia Nuclear. Tras su puesta en marcha, la producción de pastillas en España alcanzará los 2,3 millones de comprimidos que se usarán solo en caso de emergencia.
En concreto, según se recoge en la Resolución del 17 de enero de 2022, el aprovisionamiento de yoduro potásico se empleará en "situaciones excepcionales" como "elemento de profilaxis [prevención o control de la propagación de una infección o enfermedad] para afrontar eventuales riesgos nucleares".
En el documento se expone que el coste previsto del programa en cuatro años sería de 200.000 euros; el precio unitario por cada lote de diez comprimidos es de 0,80 euros. Este tipo de productos se almacenan en el Centro Militar de Farmacia de la Defensa, situado en Colmenar Viejo (Madrid).
¿Son efectivos?
Pero ¿son los medicamentos con yoduro de potasio que se venden en las oficinas de farmacia eficaces contra la radiactividad? La respuesta es no. Tanto el yodo bajo receta como el que está en complementos dietéticos que se comercializan en los establecimientos no sirven en caso de emergencia nuclear porque las dosis que se distribuyen comercialmente son muy bajas.
"Las pastillas de yodo pueden reducir el riesgo de cáncer de tiroides, pero no van a tener efectos sobre las consecuencias que pueda tener la radiación en nuestro organismo", sostiene Iván Espada, responsable del área de información del medicamento del Consejo General de Farmacéuticos (CGCOF), en declaraciones a EL ESPAÑOL-Invertia.
El farmacéutico destaca que las pastillas disponibles en farmacia tienen una dosis de yodo "infinitamente menor", de entre 400 y 1.000 veces inferiores a la necesaria para prevenir la aparición de cáncer o de otras lesiones en esta glándula en caso de una posible emergencia. En cifras, una dosis contiene de 0,1 a 0,3 miligramos, mientras que la cantidad de las tabletas es de 130 miligramos.
Lo cierto es que desde que empezara la guerra en Ucrania, los riesgos nucleares que esta plantea no han pasado desapercibidos para los países del Viejo Continente. Ante este contexto, el experto hace un llamamiento a la calma. "Tranquilidad. Nadie debe consumir yodo sin recomendación de un profesional sanitario. Si hay que tomarlo por otros motivos, serán las autoridades sanitarias las que dirán qué hacer", añade.
A este respecto, advierte de que la administración de dosis innecesarias puede provocar un desequilibrio del tiroides (hipotiroidismo). "No es una intoxicación potencialmente mortal, pero puede ser complicado regresar a la normalidad", añade.
A pesar de que, según Espada, el uso no prescrito no está recomendado, países de nuestro entorno sí que han hecho una petición a sus ciudadanos. Mientras que Finlandia y Noruega han pedido a su población menor de 40 años adquirir tabletas, Rumanía ha adquirido más de 30 millones de pastillas. Estados Unidos ha invertido casi 300 millones de euros en la adquisición de pastillas en dosis de Nplate, utilizadas contra el síndrome de radiación aguda.
"Cada país evalúa los riesgos, toma sus decisiones y puede ser más o menos alarmista", señala el farmacéutico. Eso sí, incide en que, en caso de emergencia nuclear, el yoduro potásico solo es una forma barata de proteger un órgano concreto: "No quiere decir que podamos estar expuestos".