La agencia de calificación crediticia Moody's ha rebajado este miércoles el rating de Grifols a B3 desde B2 por los niveles de apalancamiento de la compañía y su modelo de gobernanza, poniendo así fin a la revisión iniciada el pasado 5 de marzo por la menor generación de caja y el retraso en la publicación de sus cuentas auditadas.
El comunicado ha explicado que la rebaja a B3 refleja el elevado apalancamiento de Grifols -incluso a pesar de la reducción de deuda esperada por su reciente venta de activos- así como la recuperación del flujo de caja libre más lenta de lo esperado, lo que resultará en métricas crediticias que estarán en línea con una calificación de B3 en los próximos 12 a 18 meses.
Asimismo, Moody's ha aducido que las consideraciones en torno a la gobernanza han sido también un factor clave en la rebaja: "En particular, la limitada previsión del desempeño financiero, la gestión de riesgos de la compañía, un historial de desempeño deficiente, una estructura organizativa compleja y opaca en la que mediaron transacciones con partes relacionadas [en referencia a la relación de Grifols con Scranton, Haema y BPC], así como la rotación de la gerencia".
Cambios positivos
"Reconocemos que Grifols ha realizado algunos cambios positivos en su gobierno, incluida la reciente separación de la dirección de los accionistas y el nombramiento de un nuevo consejero delegado; sin embargo, en este momento existe un historial limitado de operaciones de la empresa después de estos cambios", ha enmarcado Moody's.
De su lado, la agencia ha reconocido a su vez los pasos dados por la compañía catalana de hemoderivados para abordar los vencimientos de sus bonos con vencimiento en el primer semestre de 2025 y mejorar su posición de liquidez.
En ese sentido, ha citado que recaudó 1.300 millones de euros en pagarés senior garantizados de colocación privada y utilizó los ingresos para reembolsar sus 1.000 millones de euros en pagarés senior no garantizados con vencimiento en mayo de 2025.
Asimismo, ha señalado que Grifols cerró la venta de una participación del 20% en Shanghai RAAS (SRAAS) y "esperamos que utilice los ingresos relacionados (1.600 millones de euros) para reducir su deuda senior garantizada".
Líquidez frágil
Pese a todo, Moody's ha concluido que la liquidez de Grifols es frágil, si bien es adecuada para los próximos doce meses; más allá de eso, han observado que el mantenimiento de una liquidez adecuada dependerá de que Grifols regrese a una generación positiva del flujo de caja libre.
El hecho de que el flujo de caja libre sea positivo -algo que prevén para 2025- hace pensar a Moody's que Grifols consiga disminuir su apalancamiento hasta alrededor de 7x en 2024 y alrededor de 6,5x en 2025, toda vez que en 2023 ascendió a diez veces el ratio de deuda/ebitda.
También han puesto el foco en que la empresa deberá abordar el vencimiento de su línea de crédito de 1.000 millones de dólares que vence en noviembre de 2025.
Moody's ha explicado que podría mejorar la calificación de Grifols si hay evidencia de una recuperación operativa sostenible, su ratio de apalancamiento mejora por debajo de 6,5x y logra, entre otros, un flujo de caja libre positivo de forma sostenida.