España necesita 1,7 millones de viviendas para alcanzar la media de alquiler de los principales países europeos. Y eso que, durante 2020, ha descendido el número de personas viviendo en alquiler en todo el contexto europeo.
Así, y según recoge el informe ‘Estado y tendencias del build to rent 2022’, elaborado por Atlas Real Estate Analytics, la media a nivel comunitario en alquiler a precios de mercado ha bajado: del 23,4% al 21,9%. “Al tratarse el 2020 de un año atípico, es pronto para concluir si esto es verdaderamente un cambio de tendencia o un efecto coyuntural en el mercado”, apuntan.
Cierto que hay comunidades autónomas, como Madrid o Cataluña, que han sufrido pequeños descensos en el número de personas que viven de alquiler. En su caso, han pasado del 23% al 22%, y del 28% al 27%, respectivamente.
Otras, sin embargo, han disminuido de manera significativa su porcentaje de población en alquiler. Es el caso de Baleares, que ha pasado del 36% al 32%. Sin embargo, las tres regiones siguen manteniendo valores superiores a la media española y, en algunos casos, a la europea.
Es, en este último punto, donde Baleares destaca y tutea a Europa. Porque, de todas las CCAA, es la única que ya está en la media de los principales países del viejo continente. ¿Y el resto? Pues quien necesita un mayor número de viviendas, según el informe de Atlas Real Estate Analytics, es Andalucía: 452.075 viviendas.
A continuación, le siguen Comunidad Valenciana (235.302), Galicia (171.609), Madrid (133.176), y País Vasco (115.501). Castilla y León necesita 111.572 viviendas de alquiler; Castilla-La Mancha, 101.716; Murcia, 93.561; Extremadura, 75.433; Canarias, 54.913; Aragón, 52.585; Asturias, 43.624; Navarra, 38.243; Cantabria, 29.603; La Rioja, 15.535; y Cataluña, 14.463.
Ha habido regiones en las que el porcentaje de alquiler ha aumentado de manera significativa. Son los casos de Cantabria, País Vasco y La Rioja, que han pasado del 11% al 15%. “El desempeño de estas regiones parece indicar que los mercados hasta ahora inexplorados están alcanzando la madurez y pueden presentar localizaciones interesantes a la hora de diversificar los porfolios de built to rent fuera de las áreas metropolitanas de las principales ciudades españolas”, matizan en Atlas Real Estate Analytics.
Mercado resiliente
Otro cambio en la tendencia es que la caída de personas viviendo en alquiler tiene como protagonista a la población joven, históricamente mucho más ligada a este régimen que la población madura. Sin embargo, las cohortes de población con más edad han aumentado su porcentaje de vivienda en alquiler.
También conviene reseñar que la diferencia entre las viviendas en alquiler en España y en el resto de Europa se redujo un 5,5% en 2020. Por tanto, el alquiler en España ha sido más resiliente que en el resto del mercado europeo. ¿Y por comunidades autónomas?
En la evolución de gap entre stock actual y demanda potencial, la mayoría de las regiones lo han reducido. Algunas a ritmos muy rápidos. Es el caso de Canarias, Cantabria, La Rioja o País Vasco. Galicia, Aragón y Asturias también han tenido un buen comportamiento. Y también han reducido esa brecha, aunque de manera más discreta, Madrid, Castilla y León, Navarra, Cataluña y Comunidad Valenciana.
Otras regiones, por el contrario, han aumentado la diferencia con los países más comparables. Esto significa que la demanda potencial en ellas ha aumentado ligeramente. Ahí están los casos de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia. Por supuesto, Baleares sigue ‘sacando pecho’ al ser la única comunidad autónoma que mira de tú a tú a Europa.