El caminar de la Ley de Vivienda no está siendo un camino de rosas. El Gobierno la aprobó en Consejo de Ministros el 1 de febrero. Y lo hizo casi tres meses después de la primera lectura. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se pronunció a finales de enero, y no antes de concluir 2021, tal y como pretendía el Ejecutivo. Los jueces vislumbraron choque de competencias entre el Estado y las autonomías. El Gobierno aseguró que cumplía con la Constitución. Y tiró para adelante, sin apenas haber modificado el texto.
El plazo de presentación de enmiendas a la totalidad termina hoy, 28 de febrero. Un texto que se debatirá en el Pleno ya en el mes de marzo. Y el carrusel de enmiendas a la totalidad, o parciales, va a definir el camino del texto en el Congreso de los Diputados. Un camino que, visto lo visto, volverá a estar lleno de baches. Y, viendo lo estrecha que fue la votación con la reforma laboral, habrá que volver a negociar. Y duro.
Dos son ya las formaciones que han puesto sobre la mesa la enmienda a la totalidad de la Ley de Vivienda. Una de ellas, el PDeCAT. Su portavoz en el Congreso, Ferrán Bel, anunció que así lo harán. La otra, Ciudadanos, ha confirmado a EL ESPAÑOL-Invertia que seguirán el mismo camino.
En el caso del PDeCAT, el motivo que han argumentado es que la Ley de Vivienda supone una “invasión competencial” a las comunidades autónomas. De ahí que rechace su contenido. También porque su enfoque sobre el problema de la vivienda en España no es el adecuado.
En el caso de Ciudadanos, indican a este periódico que “los liberales españoles tenemos un modelo propio para legislar en materia de vivienda consiguiendo que los precios bajen sin intervenir el mercado”.
Hasta última hora
Más allá del PDeCAT y de Ciudadanos, hay otras formaciones políticas que tienen en mente poner sobre la mesa esas enmiendas a la totalidad. Una de ellas es el PNV. Desde esta formación, señalan a EL ESPAÑOL-Invertia que “es una ley que nos preocupa mucho. No estamos de acuerdo con el planteamiento que se hace porque creemos que no respeta el marco competencial. Además, legisla mucho más allá de lo que debería”.
Aunque todavía no han decidido si van a presentar enmienda a la totalidad, no dudan en afirmar “que no lo descartamos”. En el caso de que finalmente no lo hagan, “seguro que luego presentaríamos enmiendas parciales”. Conviene recordar que tanto su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, como su presidente, Andoni Orduzar, han dicho en diferentes foros que la ley no les gusta.
Tampoco les gusta la ley al PP. “Hasta que no termine el plazo no registraremos las enmiendas. Hasta entonces, no desvelaremos su contenido”, han indicado a este periódico. Eso sí, en diferentes ocasiones, han mostrado su clara oposición a dicha ley. “Y así lo haremos constar. Nos opondremos a la ley”, apuntan.
Un comportamiento que también es seguido por ERC que no descarta presentar una enmienda a la totalidad. Entre sus argumentos, junto al hecho ya indicado de que invade competencias autonómicas, no resuelve los problemas de desahucios sin alternativa habitacional, ni fija unos precios límites en los alquileres.
El proyecto de Ley por el Derecho de la Vivienda llega al Congreso de los Diputados para ser tramitado por procedimiento de urgencia. El hecho de que se haya alargado la prórroga de la suspensión de los desahucios hasta el 30 de septiembre (en teoría, esa es la fecha prevista para que entre en vigor) puede estirar el tiempo para que la ley acabe introduciendo cambios en el texto.
Con estos mimbres, la posibilidad de que la Ley de Vivienda acabe cayendo está sobre la mesa. Su contenido, como se ha visto, no es el adecuado según algunas formaciones. Los votos vuelven a cotizar al alza.
“En lugar de mirar a Berlín, donde las medidas intervencionistas han provocado subidas de hasta el 36%, o a París donde se ha multiplicado el mercado negro de alquileres, nos queremos fijar en Madrid ciudad”, apuntan desde Ciudadanos. Y proponen “La solución no pasa por medidas intrusivas, sino por ampliar la oferta para que las clases medias puedan acceder a la vivienda. Cuanta más oferta, más bajarán los precios en lugares donde hay mucha demanda como las grandes ciudades”.