No son las únicas, pero sí las más populares. Las cadenas de montaje en la fabricación de automóviles supusieron un antes y un después en la industria de las cuatro ruedas. Un éxito que, en gran medida, se debió a Henry Ford cuando, en 1913, comenzó a producir el Ford T de forma masiva.

Un carro al que se está subiendo la conocida como vivienda industrializada. Un negocio 'virgen' en España, donde sólo representan un 1% del total. Muy lejos del 7% de Reino Unido, el 9% de Alemania, o el 50% de Holanda.

EL ESPAÑOL-Invertia ha visitado una de estas fábricas con sede en Toledo. Allí, en una nave de 12.000 metros cuadrados, más otros 13.000 metros cuadrados de campa, Bauen produce las casas de las promociones Tinne y Eneida de Aedas Homes.

Lo primero que llama la atención son los raíles sobre los que se va desarrollando este tipo de construcción sobre estructura metálica u offsite. "Todo comienza en la línea de fabricación de estructuras de acero", señala Jorge Perelli, director general de Bauen. Es decir, el esqueleto sobre el que se irán conformando el resto de materiales.

Una primera línea que se complementa con otras cuatro más hasta que el producto final sale por la puerta. Y lo hace con un embalaje al que, para que parezca un regalo, sólo le hace falta el lazo. Un módulo de 50 metros cuadrados (14 metros de largo, por cuatro de ancho, y 3,5 de altura) que es desplazado por una grúa capaz de mover 50 toneladas hasta el camión que lo llevará a su destino.

Diferencias

Para conformar la vivienda, hacen falta cuatro módulos: dos de la planta baja, y dos de la planta alta. En total, 200 metros cuadrados de vivienda. En la fábrica se lleva a cabo el 80% del proceso. El 20% restante es a pie de obra. Eso sí, no arrancan hasta que tienen la licencia de obras correspondiente.

Muchas son las diferencias que conlleva una construcción industrializada frente a la tradicional del ladrillo. Por ejemplo, en la planta de Toledo sólo se trabaja a ras de suelo. Además, no hace falta llevar casco. Y todo se hace por humanos, no hay ningún robot.

Primeros momentos del montaje. Esteban Palazuelos

"Los módulos cumplen con la misma normativa que el resto de viviendas", advierte José María Quirós, delegado de Industrialización de Aedas Homes. Y hace la siguiente consideración. "Nos permite empezar la casa por el tejado".

Soldadores, electricistas, carpinteros, montadores… cada uno de ellos va desarrollando su trabajo bajo techo. Las inclemencias meteorológicas, que suele ser un azote para quienes trabajar al aire libre, no les afectan. También hay un cuerpo técnico en el que no faltan ingenieros.

La vivienda va tomando forma. Esteban Palazuelos

"En un turno se pueden producir 25.000 metros cuadrados al año. Es decir, unos 2.000 metros cuadrados al mes. Por tanto, unas 200 viviendas al año", especifica Jorge Perelli. La plantilla la conforman 35 empleados, más picos de otras 100 personas subcontratadas.

Paso a paso

Una vez se tiene la estructura conformada se coloca el forjado de hormigón en lo que será el suelo. Luego se anclan fachadas, tabiques, escaleras para subir al módulo de arriba, se dejan los huecos para acceder a la planta sótano…

"Aquí se construye sobre rasante. A la vez, se pueden estar haciendo los pilares y el sótano en el lugar donde se instalará. Por tanto, se trabajan dos cosas a la vez, se soslayan trabajos, y se ahorra tiempo", indica Quirós.

Los detalles van configurando la vivienda. Esteban Palazuelos

Y, como en la cadena de montaje de un coche, se le van añadiendo más componentes: bajantes, tuberías, suelo radiante y refrigerante, suelo porcelánico, panel sándwich y sistema de yeso laminado… "El consumo de recursos es menor y el aprovechamiento mayor. Trabajamos al milímetro", sostiene Perelli.

Ese ahorro de tiempo se traduce en una reducción de los plazos de entrega. Más o menos, se suele tardar la mitad que en una construcción tradicional. Y eso se traduce en un ahorro de costes. Algo que han notado ahora, un momento en el que las materias primas se han disparado.

Se repasan los últimos detalles. Esteban Palazuelos

Eso no quiere decir que su precio sea inferior. El metro cuadrado viene a salir por unos 1.100 euros. "Es el mismo coste que una vivienda normal", explica José María Quirós.

En la última parte de la cadena, los distintos módulos se alinean. Y al estar en su fase final, montados sobre raíles, aquello se asemeja a un convoy de mercancías. "Hemos conseguido la vivienda sin siniestralidad. Es un atractivo más para traer mano de obra a un sector que está envejeciendo y que no encuentra gente joven que haga el relevo", remarca Jorge Perelli.

Sostenibilidad

Además, según el director general de Bauen, "la plantilla no se tienen que desplazar como sucede cuando se acaba una obra convencional". Por si fuera poco, "reducimos entre un 50% y un 60% los gases de efecto invernadero, lo que la hace mucho más competitiva". De cara al año que viene, las previsiones son conseguir hacer unas 3.000 viviendas. Y no descartan el poder exportar fuera de España.

Bauen no sólo trabaja con Aedas Homes. Y no sólo hace viviendas. También está inmersa en estos momentos en la construcción de un colegio.

El módulo está empaquetado y listo para ser trasladado. Esteban Palazuelos

En el caso de Aedas Homes, ya ha impulsado 12 promociones industrializadas. De ellas, ya ha entregado seis con más de un centenar de viviendas. Y está desarrollando más de 50 proyectos residenciales parcialmente industrializados con más de 2.000 viviendas.

Su objetivo es que, a partir de 2023, al menos el 25% de las empresas que entregue sean totalmente industrializadas.

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