Pagar el alquiler se está convirtiendo en una montaña rusa para muchas familias. Eso sí, depende de la ciudad en la que se quiera vivir. Donde es más complicado es en Barcelona. Allí, de cada 100 euros, 47,6 se dedican a pagar la renta. Le siguen Bilbao (38,4%) y Madrid (37,8%), según un estudio de Idealista.
Pongamos que hablo de Madrid, que diría Joaquín Sabina. En la capital se da una curiosa circunstancia. Existe un determinado segmento de población que no encuentra una vivienda de alquiler que se adecúe a sus exigencias. Y no es porque carezca de recursos económicos. Más bien al contrario.
Sus ingresos anuales están por encima de los 35.000 euros. Tienen entre 30 y 45 años, vehículo propio, hacen deporte, comen fuera con frecuencia y ‘visten’ su casa con muebles de Ikea. Consultores, informáticos, emprendedores o funcionarios que no son capaces de hallar viviendas de alquiler que culmen sus expectativas en el centro de Madrid. Ante esta tesitura, su única solución es buscar fuera de la almendra central. Y ahí los grandes beneficiados serán una serie de barrios que, como se suele decir, los acogen con los brazos abiertos.
Oferta escasa
Esos barrios son Montecarmelo, Las Tablas, Sanchinarro, Ensanche de Vallecas, Pau de Carabanchel, Las Rosas, Valdebebas y El Cañaveral. Todos ellos poseen una serie de características que son del agrado de esta personas con cierto desahogo económico.
Dichas características son vivienda de obra nueva o que tenga una vida inferior a 15 años, con dos o tres dormitorios, y que esté dentro de una urbanización. Este último requisito, en el cogollo central de Madrid, es casi misión imposible. Porque la quieren con piscina, pista de pádel, gimnasio, plaza de garaje y trastero.
“Es precisamente este perfil de inquilino solvente el que más nos estamos encontrando. Al mismo tiempo, es al que menos oferta le encontramos”, afirma Borja de Andrés, director comercial de la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA).
Y la pregunta del millón: ¿a qué precio? De mayor a menor, nos encontramos con Montecarmelo, Las Tablas, Sanchinarro y Valdebebas. En su caso, la horquilla está entre 1.000 y 1.300 euros al mes. Después, en El Cañaveral, donde hay más oferta, dicho precio ronda los 800 euros. Y en Las Rosas, con oferta inferior, sube hasta los 1.000 euros. Los más económicos son el Pau de Carabanchel y el Ensanche de Vallecas, entre 750 y 950 euros.
“El problema viene a la hora de encontrar este producto, ya que en el centro de Madrid no hay terreno libre para poder construir este tipo de viviendas. Y, si se edifica, estará a precios desorbitados al considerarse un producto exclusivo”, remarca Borja de Andrés.
De ahí el ‘boom’ en alquiler de estos barrios jóvenes a las afueras de las ciudades con una calidad de vida muy buena. Unos ya están creados: Montecarmelo, Las Tablas, San Chinarro… Otros, como Valdebebas y El Cañaveral, están en plena construcción. Y se espera un enorme crecimiento.
“Actualmente, las promociones ubicadas en la zona norte de Madrid están a unos precios superiores que el resto por diversos factores. Al fin al cabo, esto depende de la ley de la oferta y la demanda”, indica el directivo de ANA.
Y concluye: “Según se vayan edificando más promociones nuevas en los terrenos edificables, podrán conseguirse a unos precios algo más económicos. Así se irá satisfaciendo esa demanda tan alta que hay de este tipo de viviendas”.